Opinión
Una Salud con transparencia, sin imprecisiones ni mentiras
Hay cosas que no se deberían contestar. Pero cuando determinadas acusaciones parten de imprecisiones (ojalá fruto de la ignorancia y no de la malicia), el vecino de Pilar necesita claridad y verdad…
Por el Concejal Walter Roldán
Hay cosas que no se deberían contestar. Pero cuando determinadas acusaciones parten de imprecisiones (ojalá fruto de la ignorancia y no de la malicia), el vecino de Pilar necesita claridad y verdad.
Días atrás sectores de la oposición coincidieron en lanzar sus críticas contra el sistema de Salud de Pilar, afirmando que la mortalidad infantil no bajó lo que se decía, que en otros municipios la cosa va mejor, que no hay pediatras… y la lista sigue.
Pero vayamos por parte. La concejal Marcela Campagnoli cuestionó que en Pilar la salud no marche mejor teniendo en cuenta que en Malvinas (ella usó ese ejemplo) un “panadero” ha logrado un sistema que todos los pilarenses deberíamos envidiar. Más, si tenemos en cuenta que nuestro intendente es médico.
Y fue la misma edil que cuestionó los números sobre Mortalidad Infantil, aduciendo que no se habían reducido en los porcentajes que manifestaba el Gobierno local el año pasado. Empiezo a aclarar: la tasa de mortalidad infantil en Pilar fue del 11,5 por mil en 2008, y la curva estadística se perfilaba para seguir bajando esa cifra en el 2009, los datos del 2009 todavía no están. Invito a la concejal a visitar el sitio de internet del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires; allí encontrará datos oficiales con los que podrá informar al vecino, de estos datos surge que la media de la región Sanitaria V, a la que pertenece Pilar, en el 2008, fue 12,2 por mil. Queda claro que Pilar estuvo por debajo de ese promedio, con el 11,5 por mil, partiendo de una natalidad del 21,6 por mil.
Ya que de comparar se trata, citando el partido de Malvinas, al que la Concejal lo tiene como ejemplo, ese distrito tiene una tasa de natalidad registrada en el 2008 menor a la de Pilar, 19,7 por mil, pero una mortalidad más alta, del 13,8 por mil. Más alta que la de Pilar e incluso superior a la media de la región y la provincial (12,2 por mil y 12,29 por mil respectivamente).
Pero resultaría macabro seguir enumerando, como si fueran fríos números, el desglose de las estadísticas. En todos los casos se trata de niños, de vidas.
Los números, en todo caso, sirven para saber si las cosas se están haciendo bien o mal. Para conocer dónde hay que mejorar. Jamás para intentar sopesar en una misma balanza realidades disímiles como las de 2 Municipios. Distintos, en términos que uno, el de Pilar, sabe (aún con todas las falencias que existen) que la clave sanitaria está en la Atención Primaria de la Salud. Es decir en desarrollar políticas saludables que tiendan a la promoción y prevención.
Días atrás autoridades nacionales que llevan adelante el Plan Nacer estuvieron en Pilar, destacando el trabajo de nuestros profesionales en salud y mencionando nuestro distrito como ejemplo a nivel país por la eficiencia con que se efectúa todo el seguimiento que en el marco de ese programa se le hace a mujeres embarazadas y mamás recientes. Ese programa, obviamente, es esencial en materia de reducción de la mortalidad infantil.
Pero además la gestión del intendente Zúccaro siempre a asegurado un trato igualitario y gratuito para todos, pilarenses o no. De hecho fue el Dr. Zúccaro el quien desterró el pago de un “bono” que se cobraba a quienes se hacían atender en los Centros de Salud o incluso en los Hospitales, antes de diciembre de 2003.
No se puede decir lo mismo del jefe comunal de Malvinas, que con un claro sentido mercantilista de la salud, se olvida del primer nivel (ese que evita que la gente se enferme –llamado prevención-) y apunta todos sus cañones a un segundo nivel arancelado (curar la enfermedad). En Pilar NO SE COBRA, en Malvinas sí. ¿Campagnoli y todos los que, insisten en comparar, no se dan cuenta de tamaña diferencia? ¿O será que acaso la cuestión económica para ellos jamás fue (por qué debería serlo para el resto) un impedimento para hacerse atender en los mejores centros de salud?
Ya que recién hablábamos de Hospitales, quiero recordarle a algunos otros concejales que también han tomado casi como un ejercicio matutino esto de criticar a la Salud y que hoy se enrolan en determinadas corrientes políticas, cuyos conductores que ellos siguen, son los que hasta hace pocos años, y detentando el inigualable cargo de Gobernador de este querida provincia, procedieron a inaugurar a las apuradas y en poco tiempo, un hospital en el distrito, que de hospital apenas tenía el nombre: el Falcón del Del Viso. Era cáscara de un interior vacío, olvidado. Con muchísimo esfuerzo y con fondos comunales, obviamente de manera gratuita e igualitaria, esta gestión se encargó de convertirlo en un Hospital Pediátrico, que prontamente contará con un Quirófano.
Para terminar, le sugiero a la Concejal Noemí Barrios, a que no desinforme al ciudadano con datos inexactos y sembrando dudas de situaciones que son totalmente comprobables. En el Centro de Atención Primaria de Derqui hay Pediatras en consultorios externos y en servicio de guardia, esto no sólo lo afirmó a los medios el Sub Secretario de Salud, el Dr. Gustavo Nioti, sino que lo he podido constatar personalmente, presentándome en la Sala que lleva el nombre de Amabile Dalla Serra, sita en la esquina de Sarmiento y San Martin de la localidad de Derqui, donde le solicité al Coordinador Medico, Dr. Tomás Bourdieu, las planillas de entrada y salida de los profesionales médicos, donde dejan constancia el día y la hora de inicio y finalización de sus tareas, refrendándolas con la firma de cada profesional; y he podido corroborar que el Dr. Gustavo Pusso y las doctoras Laura Bosch y Barbara Soberon han llevado adelante la atención de los consultorios y la Guardia Pediátrica.
Invito a la concejal a que antes de criticar, chequee la información que le brindan sus “colaboradores”, así se evitaría crear gratuitamente un mal humor en la población, salvo que sea realmente esto último lo que esté buscando a través de la utilización de golpes bajos que hacen a la “vieja política” que el vecino ya no quiere más.
Concejal Walter O. Roldán |