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Historias que duelen
Indignación por la demora en la apertura de la terapia intensiva del Falcón
La nueva sala ya está terminada y con los equipos de alta complejidad instalados. Pero aún no se puede usar porque el Gobernador Scioli canceló su presencia al acto de inauguración que debió ser reprogramado. Desde Salud dicen que en caso de urgencia apelarán nuevamente a los traslados a otros hospitales. Una vergüenza.
 Esfuerzo, constancia, perseverancia y paciencia son algunos de los tantos adjetivos que se corporizaron en las personas que desde hace varios años luchan para mejorar la calidad del servicio de salud dentro del Hospital Federico Falcón de la localidad de Del Viso.
Desilusión, tristeza, indignación es lo que sienten hoy luego de haber logrado dotar al nosocomio con una sala de cuidados intensivos y aún no poder ponerla en funcionamiento.
La historia indigna a cualquiera, menos a las autoridades del gobierno que hasta avalan que la terapia aun no sea inaugurada y puesta al servicio de los que lo necesitan.
Es que el tradicional corte de cintas se iba a producir el pasado viernes. Para ese día se esperaba la llegada del Gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, y del Ministro de Salud bonaerense, Claudio Zin. Sin embargo “por problemas de agenda” ambos suspendieron su participación en el acto. Hasta ahí todos esperaban que la inauguración se produjera igual, pero no sucedió. Algunas voces indican que Scioli y su comitiva temen ser repudiados por los vecinos de la zona y por eso prefieren no participar de actos en el Conurbano Bonaerense.
Lo cierto es que tras la cancelación son los niños enfermos y los que precisan de una terapia intensiva los que sufren los desaires de los gobernantes. En la actualidad, el Falcón ya está capacitado y cuenta con el personal necesario para hacer funcionar la sala, sin embargo si en estos días, en los que la terapia permanece cerrada por no haber sido inaugurada por el Gobernador, surgiera una emergencia que requiera de esos cuidados, los médicos se verán obligados a derivar nuevamente a los niños a otros hospitales, poniendo en riego sus vidas.
A la hora de las explicaciones, desde el gobierno local temen que si se abre la terapia sin la inauguración correspondiente, con la presencia de autoridades provinciales y nacionales, “después no bajen nunca más obras”, a modo de castigo por el desaire de no permitir que en la foto aparezcan las autoridades nacionales y provinciales.
Cabe destacar que la construcción de la terapia intensiva contó con un aporte de 450 mil pesos por parte de la Nación y otro tanto que llegó de las arcas provinciales.
Desde la Secretaría de Salud, en tanto, las excusas son aún más dolorosas. Allí, su titular Jorge del Río aseguró que invitar al Gobernador después de abrir la terapia, iba a producir algunos contratiempos “porque Scioli no podría recorrerla por dentro habiendo chicos internados”. Y no sólo eso, sino que además el funcionario comparó que inaugurarla sin la presencia del gobernador “sería como ver a la novia antes del casamiento”.
Esas declaraciones hacen ver que en esa secretaría no escarmientan y no aprenden de sus errores. Es que hace tan sólo unas semanas vivieron en carne propia la terrible situación de no contar con un hospital pediátrico con cuidados intensivos. Esa falencia se cobró la vida de Evelyn Vallejos, una nena de siete años que contrajo meningitis y por falta de equipamiento complejo, debió ser trasladada a la ciudad de La Plata. No llegó, su vida se extinguió en el camino. Hoy la terapia está, pero inexplicablemente cerrada.
La insistencia por parte de la directora del Hospital, Isabel Fernández, es constante. Día a día levanta el tubo del teléfono y pregunta a la Gobernación en qué fecha vendrá Scioli a participar del acto inaugural. “El día que estaba previsto su llegada, sólo hicimos un simulacro y ahora estamos esperando que reprogramen la visita, mientras tanto la terapia está cerrada. Tenemos que esperar al gobernador”, soltó Fernández que todavía tiene la esperanza de poder abrir el sector lo antes posible.
Al mismo tiempo reza para que en el tiempo que se demore la inauguración, ningún chico precise ser internado.
Parece mentira, pero la salud de los niños de Pilar vale tan sólo una foto con altos funcionarios cortando una cinta. Nada más que eso.
Patricia Alba
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