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Arde la bancada zuccarista
Dos concejales oficialistas se tiran con munición pesada
Saric dijo que a algunos de sus pares no los soportaba, y que era el único en saber imponer “orden y disciplina”. Y no se molestó si por eso lo llamaban “autoritario”. El jefe del bloque, Carlos Olivera, recibió con “dolor” esos dichos, y llegó a comparar la ideología de su compañero con “locos que generaron el Holocausto”.
Con una virulencia hasta acá inusitada, la bancada oficialista del Concejo Deliberante protagoniza un duro cruce entre dos de los hombres fuertes del zuccarismo: Miguel Saric y Carlos Olivera.
En una entrevista concedida al programa radial SOS Noticias (que se emite por FM Plaza, 92,1 MHZ, sábados de 11 a 13), Saric arremetió contra alguno de sus pares de bloque, a quienes acusó de “pisar expedientes” y no trabajar al mismo ritmo que él.
Pero la polémica nació cuando uno de los periodistas del programa le preguntó a Saric si aceptaría una eventual propuesta de reelección de su mandato, que vence en diciembre del año que viene.
"Depende la lista, no quiero otros cuatro años de bancarme a personajes que no puedo soportar", disparó Saric, y aunque no dio nombres si, se sabe, están dentro del mismo bloque al que pertenece y con los que incluso ha mantenido más de un enfrentamiento público.
“No hace falta que yo diga quienes son, pero son varios, más de uno”, golpeó Saric.
Saric sostuvo que su manera de trabajar frente a las poderosas comisiones de hacienda y Obras Públicas, las cuales preside desde que asumió lo ha constituido en un “obstáculo e incomodidad” para alguno de sus pares.
"A mí no me gusta dormir expediente, pero algunos critican mi ansiedad por sacarlos y entonces los traban y los pisan. Me dicen autoritario; y creo que sí tengo pasta de autoritario si se trata de poner disciplina, orden y autoridad. Por eso algunos piensan que soy fascista. Pero si ser ‘facho’ es poner orden y autoridad me banco lo que digan”, desafió.
“Estrechez idiomática”
A través de una extensa misiva enviada a la prensa, el jefe de la bancada zuccarista, Carlos Olivera, por primera vez salió a responder públicamente los dichos de Saric, que si bien no nuevos jamás habían alcanzado el cariz que tuvieron.
Luego de explicar que el Concejo está compuesto por 20 concejales y que, en el marco de las comisiones, la que decide es la mayoría y no el presidente, Olivera expone hablándole directamente a Saric: “Me duelen muchísimo las declaraciones (…). La diferencia de opiniones y forma de pensar es propia de este espacio legislativo, y por ello, las ideas en este ámbito no se imponen, sí se defienden. Nadie te constituyó para que impongas disciplina, orden y autoridad. De hecho, este Concejo en muy rara excepción no se ha constituido en alguna comisión o no ha realizado una sesión, ese es el orden que uno puede perseguir”, se explayó el titular de la bancada oficialista.
Pero Olivera fe más allá y se dedicó a condenar el mote que Saric dice no le molesta que le atribuyan: el de autoritario.
“Vos, que reconocés tener pasta de autoritario, debés saber que el autoritarismo no es exclusivo de estas tierras y de continuo surgen en el mundo signos de fanatismo político, dogmatismo religioso o ideológico, ultranacionalismo, fundamentalismo. Y todo esto lleva y ha llevado a calamidades como regímenes totalitarios, persecuciones raciales, holocaustos. No hace falta recorrer demasiado la historia, sin ir más lejos, la historia reciente de nuestro país (proceso previo a la instalación del nuevo período democrático nacido en 1983) así lo demuestra. Ese discurso de tratar de poner orden, disciplina y autoridad ya lo conozco, y no lo acepto (recordemos que otro loco con ese mismo pensamiento inventó el holocausto)”, comparó el edil, en referencia al nazismo.
Olivera, no obstante y luego de disparar sus críticas, atribuyó a una “etrechez idiomática” los dichos de Saric, pero incluso fue más allá: criticó, con sutileza, la pertenencia de Saric a varias entidades intermedias “para buscar pertenencia”.
“Quienes poseen una personalidad autoritaria, tienen una visión caótica del medio social. Perciben al mundo como hostil y tienen una baja estima de las personas en general y una visión pesimista de la naturaleza humana. Ellos descreen de la democracia y consideran prioritario la ‘disciplina’ y el ‘orden’ a través de una ‘autoridad fuerte’. Ante cada situación reiteran que “aquí lo que se necesita es una mano dura” y esperan que sea la ‘autoridad’ quién ‘nos salven del desorden’, (…) tienen un núcleo intenso de inseguridad interior que los lleva a buscar calmar su tensión con la adhesión a instituciones y necesitan signos exteriores de una pertenencia que les brinde identidad. Son amigos de insignias y estandartes, de uniformes y de señales de jerarquía. Poseedores de una estructura mental rígida, no aceptan matices y se caracterizan por la intolerancia a la ambigüedad inherente a la realidad. Sus opiniones son tajantes y extremas, son enemigos del diálogo y no escuchan realmente al otro. Su confusión interior les exige encontrar normas claras y definidas, y por ello simplifican las situaciones a través de su esquematismo mental”, arremetió un académico Olivera en la misiva.
Pero el edil siguió y golpeando a Saric, esta vez señalando que aquellos que se dicen autoritarios “buscan chivos expiatorios, en quienes proyectan la hostilidad interior que llevan”.
“Por eso estimado Miguel, espero, reitero, que esto no haya sido más que un error de tu parte. En este cuerpo legislativo no compartimos con quien nosotros deseamos compartir, para eso está el bar y la reunión familiar y de amigos. Acá no decidimos quien entra y quien sale, eso Miguel, te pese o no, finalmente lo termina decidiendo la gente”, cerró Olivera, en una pelea que promete ser el comienzo de una guerra que dejará varios heridos.
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