En el Lope de Vega
Parakultural, una explosión subterránea de la mano de Rozza Orzuzza
El grupo teatral de Pilar y un homenaje al espacio cultural alternativo que cambió la historia del teatro argentino. “Siempre estuvo en el grupo esa pasión desmedida de hacer teatro desde las tripas”, sintetizó Hernán De Luca.
“Es una mirada de Rozza hacia el Parakultural, el movimiento teatral que estalló en Buenos Aires”, empieza el actor y director Hernán De Luca, quien los sábados de julio se sube a las tablas para bajar, al mismo tiempo, a lo más bajo del teatro argentino, aquel que supo reproducirse, entre las sombras y las luces del talento, en el mítico Parakultural, cuna del under argentino.
De Luca dirige Rozza Orzuzza, el grupo que mañana sábado 19 y el próximo 26 de julio presentará Paradiso Perduto, sobre textos de Alejandro Urdapilleta.
“Miramos hacia el Parakultural porque había un desparpajo y un sentido de la espontaneidad muy interesante para abordar desde la actuación. Y en ese sentido, Urdapilleta, Tortonesse y Barea, conformaban un trío que a nosotros nos encajaba perfecto porque somos 3, y mirar esos textos para encontrar una historia nueva que respete la poética de Urdapilleta. Sin intentar copiar, porque tenemos nuestra identidad, pretendemos mirar hacia ese movimiento que fue fundamental para el teatro que vino”, explicó De Luca en diálogo a Pilar de Todos.
“Siempre estuvo en Rozza Orzuzza esa pasión desmedida de hacer teatro desde las tripas, con algunas obras que tranquilamente se podrían haber exhibido en el Parakultural, como El Banquete, Matame Matambre o 40-00. Tiene que ver con una coherencia y por eso me pareció lógico trabajar este aspecto. Desde la imagen me quería alejar de lo que era el Parakultural, en donde las puestas eran mínimas. Yo quise cargar un poco más el escenario para enfatizar lo que estábamos mostrando”, añadió el director, que también se sube a las tablas.
Paradiso Perduto
Por aquellos días de 1985, la luz de un puñado de espíritus sensibles pudo filtrarse por entre las tinieblas. Palabras y sueños sepultados durante la dictadura buscaban un legítimo lugar de expresión. Pero no alcanzaba con una tímida apertura democrática, era necesario ir más abajo. Desprenderse de las armaduras y los esquematismos para, por un instante, dejar atrás y ser otros.
El under, una corriente que descendía hacia obsesiones subterráneas surgió de la necesidad de un pequeño grupo de artistas que buscaba un espacio trascendental. Sin pretenderlo, este movimiento terminó aportándole una página importante a la historia del teatro argentino. Sería imposible reconstruir ciertos trazos de la escena actual si no hubiese existido el sótano Parakultural, abierto al talento y al desprejuicio de gente como Batato Barea, Las Gambas al Ajillo, Carlos Belloso, Vivi Tellas y otros.
Al primer Parakultural, que funcionaba en Venezuela 336, llegó Alejandro Urdapilleta, un actor que había estado afuera del país. Inmediatamente, su personalidad alocada hizo migas con un excéntrico miembro del Clú del Claun: Batato Barea. Para completar aquel trío defectuoso faltaba Humberto Tortonese, quien apareció recién en 1988, participando de la instalación montada por unos plásticos. Al verlo recitando con fervor desquiciado la Introducción a las Rimas y Leyendas de Bécquer, Batato y Urdapilleta decidieron sumarlo a su dúo de enajenadas poetisas. El resto ya es historia.
Por estas noches, Rozza Orzuzza se permite otro sueño y viaja en el tiempo, hacia aquel desenfreno. Con la decidida intención de vivenciar la atmósfera de ese particular mundo, toma como guía la elevada poética de Urdapilleta y recorre las oscuras galerías y pasillos que habitaban en los espectáculos del trío.
¿El resultado? Absurdo, melodrama, gótico, lo que sea para violentar y despertar a esta realidad que se mueve en piloto automático.
“En Paradiso Perduto el espectador será testigo de los pesares, las risas extremas, los desamores y las obsesiones de tres mujeres, habitantes de una historia que no exige reflexión porque ahí está, servida para todos. Comandada por los sentidos y los exabruptos. Un perfume envenenado que embriaga y nos hace explotar. Solo así, escapamos de los fantasmas que nos rodean”, proponen desde Rozza Orzuzza.
La invitación ya está hecha, sólo hace falta animarse y bajar los peldaños que llevan al under.
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