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En el marco de Programas de Responsabilidad Empresaria
Una entidad bancaria y una ONG se unen para construir viviendas en Pilar
Se trata de la firma Santander Río y la Asociación Civil “Un techo para mi país”. Juntas levantarán 10 casas en el barrio Santa Brígida de Maquinista Savio. El lema es otorgar viviendas a familias de escasos recursos.
 La entidad bancaria Santander Río y la Asociación Civil “Un Techo para mi país”, se unieron con el fin de levantar diez casas en el barrio Santa Brígida de la localidad de maquinista Savio. La iniciativa se desarrolla en el marco del programa de responsabilidad Empresaria de la firma bancaria y del plan de la organización que busca llegar con viviendas a familias de escasos recursos.
En ese marco, el pasado viernes 27 y sábado 28 de junio, con la colaboración de 100 empleados de Santander Río, las entidades comenzaron con la construcción.
“Un techo para Mi país” es una organización sin fines de lucro, creada en 1997 y liderada por jóvenes, que tiene por objetivo erradicar la pobreza extrema de Latinoamérica, trabajando en la edificación de viviendas para familias pobres. Forma parte de una ONG latinoamericana que está presente en 11 países del continente y ha movilizado 140 mil jóvenes voluntarios desde el inicio de sus actividades. Hasta el momento lleva construidas 38 mil viviendas.
A través de un modelo de intervención propio, la organización trabaja con quienes viven en la extrema pobreza para que logren desarrollarse como comunidad, sin recurrir al asistencialismo
Solidaridad
Un Techo para mi País nació en Santiago de Chile como un proyecto de alumnos universitarios. Los jóvenes buscaron integrar a voluntarios de distintas carreras y universidades para construir trescientas cincuenta casas en el sur del país. Se trataba de un proyecto puntual, sin visión de futuro. Pero dado el éxito de la iniciativa, comenzó a conformarse un grupo estable de trabajo.
Su siguiente paso fue establecer el compromiso de levantar dos mil viviendas antes del año 2000. En septiembre de 1999 se terminaron de construir las viviendas proyectadas.
Durante el año 2000 se dieron grandes lluvias en el país, lo cual sensibilizó a la población y fomentó la solidaridad, permitiendo que sólo en ese año se construyeran 5701 viviendas básicas.
Fue entonces cuando el proyecto se nacionalizó, abriendo oficinas en las principales ciudades de Chile.
En Argentina, el proyecto comenzó a funcionar de la mano de Fernanda Fevereizer, estudiante de la Universidad Nacional de Córdoba quien hizo los primeros contactos con la organización chilena, y en octubre de 2002 un grupo de representantes de Un Techo para Chile visitó Argentina.
La organización argentina ha construido cerca de trescientas viviendas en las provincias de Córdoba y Buenos Aires, con la participación de más dos mil voluntarios.
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