La compañía no abonaba Seguridad e Higiene
Tras una larga pelea, Edenor comenzará a pagar impuestos
Decía que no le correspondía, pero finalmente aceptó comenzar a tributar desde este año. Se calcula que la firma debía pagar por año unos 500 mil pesos.
Si usted es uno de esos vecinos a los que le cuesta llegar a fin de mes y tener sus cuentas con el municipio al día, quizá sería recomendable que no lea esta nota.
Bronca, rabia e impotencia seguramente le generarán las siguientes líneas.
Es que la monstruosa Edenor, la misma que recauda cientos de millones de dólares por ofrecer el a veces deficiente servicio de energía eléctrica, se negaba a pagar en Pilar la tasa de Seguridad e Higiene, un impuesto que abonan todos los contribuyentes que tienen oficinas en donde se realizan tareas comerciales, como el caso de Edenor.
La firma, incluso, logró obtener un fallo judicial del 2002 que la eximía del pago, al entender que, palabras más palabras menos, al tratarse de un servicio público la inclusión del ya figuraba en el canon que paga la empresa por el uso del espacio aéreo, explicaron a Pilar de Todos fuentes de la Secretaría de Hacienda, desde donde se comenzó una larga puja de 4 años para lograr que la firma pague el impuesto, calculado a valor actual en unos 500 mil pesos anuales.
La pelea no fue fácil y de hecho hasta el intendente Humberto Zúccaro tuvo que reunirse con el presidente de la firma, Alejandro Macfarlane, con el objeto de torcerle el brazo a la compañía y que comience a tributar en Pilar, el único municipio en donde no pagaba.
“Fue una pelea larga, pero conseguimos que se haga lo que corresponde, que es que la firma pague”, sintetizó el titular de Hacienda de Pilar, Daniel Ondarza.
La firma siempre esgrimía el fallo judicial, con sentencia firme, que le permitía no pagar. Sin embargo, el gobierno usó otra mecánica. Creó un nuevo tributo, a fines del año pasado, por control de medidores eléctricos, una medida que apuntaba directamente a cobrarle a Edenor, por otro lado, lo que no quería abonar.
Sin embargo, la posibilidad de que se comience a aplicar ese tributo, abría la puerta para que en otras comunas se haga lo mismo, por lo que Edenor terminó cediendo y pagando lo que corresponde.
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