Con el Downtown de fondo
Ya se libró la primera batalla de la guerra entre Zúccaro y Gutiérrez
Rentas, Bromatología e Inspección General desembarcaron en el edificio Bureau, propiedad del empresario. Se lo intimó al pago de una deuda por tasas municipales y se clausuró un restaurante que allí funcionaba. El desarrollador adelantó que querellará al intendente.
Fue la primera batalla de una guerra que pocos saben como va a terminar. Ayer por la tarde, el gobierno puso primera y avanzó contra el empresario Eduardo Gutiérrez, con quien el intendente Humberto Zúccaro está duramente enfrentado por la polémica construcción de un complejo de oficinas en el km. 50, “Downtown”, al que Gutiérrez se opone por considerarlo fuera del código de zonificación.
Ayer, un equipo de Rentas, otro de Bromatología, y un tercero de Inspección General, desembarcaron en el mega complejo de oficinas Bureau, propiedad del empresario, donde se dejó una intimación por deudas municipales que Grupo Farallón, de Gutiérrez, mantendría con la comuna.
Pero además, Inspección General procedió a cerrar uno de los restaurantes que funcionan en el Bureau, Amore Mio, por detectar algunas anomalías y falta de documentación.
Gutiérrez es uno de los que más fuerte se opone a la construcción de Downtown, un complejo de oficinas similar al que él tiene, que se está erigiendo en medio de una dura puja a la altura del km. 50 de la Panamericana.
—¿Justo ahora vienen a inspeccionar? ¿Esto tiene que ver con la pelea que hay con Gutiérrez?—, preguntó Pilar de Todos a Roberto Airoldi, titular de Inspección.
—Yo de política no sé nada. Este es uno de los operativos más que hacemos en la zona, como cuando fuimos a Office Park y como haremos en Las Palmas de Pilar—, respondió Airoldi.
“Mucha plata”
El miércoles por la mañana, Zúccaro le había declarado públicamente la guerra a Gutiérrez, y adujo que el desarrollador, que había incluso había puesto en duda la transparencia con la que el gobierno habilitó Downtown, le debía “mucha plata” al gobierno, aunque no aclaró en concepto de qué, ni el monto.
“Este intendente está preparando todas las deudas que corresponden a emprendimientos que tiene Gutiérrez, como deudas inmobiliarias, de rentas, de clubes de campo, y de oficinas y restaurantes sin habilitar”, disparó Zúccaro y agregó: “Tal vez hay que refrescarle las deudas con alguna firma mía o con acciones legales”, añadió.
Ayer, Rentas dejó una intimación en las oficinas de Farallón por una supuesta deuda por la tasa de Seguridad e Higiene, mientras que Bromatología e Inspección ingresaban al restaurante Amore Mío, que funciona en la planta baja del Bureau.
Según Airoldi la clausura se produjo debido a que el lugar no tenía el certificado de bomberos, algunas libretas sanitarias no estaban vigentes, y había vencido el registro de venta de bebidas alcohólicas (REBA).
El dueño del Local, Mariano Bevilacqua, dijo que la medida era “injusta", y adujo que quedó en el medio de una pelea en la que no tiene “nada que ver.”
“Somos uno de los mejores restaurantes de Pilar y nos cerraron porque nos faltaba una tapa en un tacho de basura; no lo podemos entender”, se quejó Bevilacqua.
Desde Madrid, en donde Gutiérrez, está participando de un encuentro inmobiliario, el empresario rechazó los dichos de Zúccaro y aseguró que no tiene obligaciones fiscales pendientes.
De hecho, adelantó que a su retorno iniciará acciones legales contra el jefe comunal por calumnias e injurias.
“He dado instrucciones a mi abogado para que inicie la querella criminal por el delito de injurias (...) las aludidas expresiones consisten en ataques hacia mi persona y no son sino un vano intento de ocultar la raíz del problema, que no es otro que el indebido ejercicio por parte del Ejecutivo municipal”, reza el comunicado que el desarrollador inmobiliario envió desde Madrid a los medios de prensa.
Lo cierto, es que así el gobierno libró la primera batalla contra el empresario Gutiérrez, una puja de pesos pesados que pocos se animan a aventurar como terminará.
|