Sorpresa en el legislativo de Pilar
Al final, la oposición pidió que la obra de Downtown no se paralice
La Coalición Cívica y el Pro querían que se frene la edificación de un complejo de oficinas en el km. 50, a la que consideraban irregular. Y eso iba a decidir el Concejo, al avalar un decreto del intendente donde se proponía el cese de los trabajos. Pero dijeron que no era conveniente y que ahora no les correspondía porque antes no había pasado el expediente por el deliberativo.
Fue sorpresivo, sin dudas. Pero a pedido de la oposición el Concejo Deliberante de Pilar le solicitó al intendente Humberto Zúccaro que no paralice la obra de Downtown, un complejo de oficinas que se está erigiendo en el Km. 50 de la Panamericana.
Extraño, porque fue justamente la oposición la que más criticó la edificación del lugar, al considerarla fuera de la reglamentación vigente, sobre todo lo relacionado con los indicadores de zonificación.
Pero en un giro inesperado para varios, Luis Patti (h), del Paufe, y Diego Ranieli, del Pro, señalaron que no era conveniente avalar la decisión de Zúccaro y frenar momentáneamente la obra, ya que los perjuicios para la comuna podrían ser mayores, además de afectar las fuentes de trabajo de varios empleados.
Pero Patti fue más allá y señaló que una inversión de esta índole, que rondará lo 25 millones de dólares en primera instancia, es “clave para Pilar”, y argumentó que no hay que ponerle trabas.
Zúccaro y su gobierno habían asegurado siempre, y así lo siguen sosteniendo, que la obra tiene autorización, al ampararse en una resolución provincial del 2001 (06/01) que crea un nuevo uso de suelo a la vera de la Panamericana: el Metropolitano. Sin embargo, la oposición siempre adujo que dicha normativa no regía para los terrenos que no son frentistas a la autovía, mientras que desde el Municipio se asegura que se aplica a 600 metros de la Panamericana.
Pero lo que era una cuestión de interpretación de la normativa terminó siendo una discusión respecto a la transparencia del gobierno de Zúccaro, cuando en medios nacionales se ventiló la posibilidad de que haya habido un supuesto pedido de coimas.
Fue así que rápidamente el propio Zúccaro se presentó ante la policía, ya que en la sede de los Tribunales de San Isidro se negaron a recibir la presentación porque no había denuncias en su contra, para que se investiguen esos dichos.
Al mismo tiempo, Zúccaro dispuso el cese de actividades de Downtown (le iba a dar unos 5 días para que terminen algunos trabajos que aseguren que no haya riesgos de derrumbe), y giró el decreto al legislativo para que reciba el aval del cuerpo.
La idea del intendente era demostrar que no tenía nada que ver con los dichos que se difundieron, y en ese marco parar los trabajos. “Como estoy limpio y no tengo nada que ver con lo que se dice, no me tiembla la mano para parar la obra”, había manifestado el jefe comunal de Pilar, ayer por la mañana.
Sin embargo, pese a que así lo mencionaba el expediente, desde la oposición dieron un giro inesperado de 180 grados y, luego de un cuarto intermedio en la sesión extraordinaria de ayer miércoles por la noche, pidieron que la obra continúe.
A mano alzada
La que prefirió no hablar en la sesión fue la ex lopezmurphista y actual edil de la Coalición Cívica Marcela Campagnoli, justamente la que había sido la voz cantante de las críticas contra Downtown. Sin embargo, Campagnoli no dudó en levantar la mano y avalar el expediente que, modificado sobre la marcha, ahora pedía que los trabajos no se frenen.
Al menos, explicó Campagnoli, si es que se le pide al Concejo que se involucre en un tema “en el que no se le dio participación con anterioridad”.
“Para mí no era conveniente parar la obra ya que nunca debería haber existido. Y más si es una decisión nuestra, ya que cargamos con toda la responsabilidad en el caso de que los empresarios (de Downtown) quieran accionar contra el Municipio al impedirles que sigan. Esta debe ser una medida solamente del intendente, en la que no tenemos nada que ver”, se despegó Campagnoli luego de la sesión.
Sin embargo, explicaron los concejales, la resolución que ellos tomaron ayer no necesariamente significa que las obras sigan su curso, ya que el intendente podría de todas maneras detener los trabajos.
“Hay que ver qué hace el Ejecutivo, nosotros consideramos que no es conveniente que se pare la obra a través del Concejo, ya que tiene que hacerse cargo el intendente porque en primerra instancia fue una decisión de él, sin consultarnos", reiteró Campagnoli.
—¿No es contradictorio lo que decidieron al final, cuando ustedes mismos pedían que se paren los trabajos?—, preguntó Pilar de Todos.
—No. Porque no estamos de acuerdo con que se nos consulte, porque si hay problemas que podría acarrear la paralización seríamos responsables nosotros y debería ser sólo el intendente el que se haga cargo, ya que fue una decisión de él en primera instancia que se autorice a Downtown—, respondió Campagnoli.
Ayer, Zúccaro adujo que el trasfondo de esta pelea es “política”, y la circunscribió a la puja que mantiene con el empresario inmobiliario Eduardo Gutiérrez, actual presidente del PJ local, un sitial que Zúccaro está dispuesto a hacer suyo en los próximos meses.
Justamente Gutiérrez, con varias inversiones en la zona en donde se va a radicar Downtown, fue uno de los que más se opuso al nuevo complejo de oficinas.
“El km. 50 de Pilar no tiene dueño, todos pueden invertir”, enfatizó ayer Zúccaro.
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