Discusión
El Gobierno se niega a aceptar la venta ambulante
Lo había propuesto la Coalición Cívica, respecto a una actividad que está prohibida desde el 2004. El Municipio señala que alienta la comercialización de mercadería de origen dudoso.
La Biblioteca Popular Bartolomé Mitre celebró en el día de ayer, 86 años de fuerte compromiso con la comunidad. Creada en el año 1922 es una de las instituciones emblemáticas de Pilar que día a día se propone promover el conocimiento de la lengua escrita, incentivar la lectura y brindar ayuda a la población a través de sus cursos y talleres con salida laboral.
Su presidenta, Sonia Lembeye agradeció a todos aquellos que durante los años de vida de la biblioteca acercaron su grano de arena para llevar adelante el proyecto. “Agradecemos a toda la gente, funcionarios, vecinos, amigos, socios, que acercan su colaboración, para permitirnos seguir abriendo las puertas de la Biblioteca para, como decía Sarmiento “educar al soberano”, se emocionó Lembeye quien además tuvo a su cargo la tarea de ampliar las instalaciones de la entidad.
Lembeye enfatizó en el esfuerzo que día a día realizan y rescató el valor que las bibliotecas populares tienen dentro de la sociedad.
“Es por todos conocido, que el Estado debe proveer, garantizar y controlar la educación. También es por todos conocido el panorama educativo estatal, provincial y nacional. Por ello, el servicio de las Bibliotecas Populares, es muy valioso; pero sin el apoyo de la gente, las Populares no pueden funcionar”, señaló la titular de la Biblioteca Mitre.
En ese marco, la Biblioteca cumple un importante rol social ya que desde que fue creada, su principal objetivo fue contribuir a la formación del hábito lector. “Entendemos que es un aspecto fundamental del proceso educativo y factor indispensable para la formación integral del ser humano, en virtud que la lectura es un eje transversal para la adquisición de cualquier conocimiento”, promueven desde la institución.
Ampliación
Desde el año 1922, la entidad trabajó siempre en el mismo espacio físico. Pero pasados los años, la afluencia de visitantes aumentó considerablemente. Era evidente que el lugar comenzaba a quedar chico.
Es por eso que a principios del año pasado se planteó la idea de ampliar las instalaciones construyendo un primer piso en el que se pudieran dictar la serie de cursos y talleres que ofrece la biblioteca.
El trabajo no fue fácil, ya que todos los materiales para llevar adelante la obra fueron adquiridos a través de donaciones de particulares, simples vecinos que desearon ver crecer a la institución. Durante todo el año, se llevaron a cabo recitales, obras de teatro y rifas para recaudar fondos.
Finalmente, en septiembre la ampliación fue inaugurada y ahora con más confort y empuje, la biblioteca Mitre seguirá comprometiéndose con la comunidad.
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