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En una quinta de Del Viso
Apresan a siete personas acusadas de robar cueros valuados en 2 millones de dólares
La banda había sustraído las piezas de una curtiembre tras un golpe comando que efectuaron en Avellaneda. La policía encontró el botín y una importante cantidad de armas.
 Siete personas fueron detenidas en la localidad de Del Viso, acusadas de integrar la banda que hace diez días robó 22.000 cueros en una curtiembre de Avellaneda, y cuyas piezas estaban valuadas en más de dos millones de dólares.
Los arrestos se realizaron en el kilómetro 43,5 de la ruta 8, donde funciona un galpón. Allí, la Policía encontró tres camiones cargados con cueros y armas. Además el botín estaba repartido en otros establecimientos de los partidos de San Miguel, Grand Bourg y José C.Paz.
Según fuentes policiales, la banda conocía al detalle la fábrica, incluso sabían manejar los montacargas y distinguir cuáles cueros servían. Así, con precisión, un grupo comando de unas 20 personas robó los cueros listos para exportar. El material robado ocuparía unos siete contenedores.
Todo ocurrió el domingo 10 de febrero pasado a las 14, en la fábrica Wyny, de Gorriti 650, en el barrio de Piñeyro, partido de Avellaneda. A esa hora, un Fiat Palio, con cuatro o cinco hombres, se acercó a la primera barrera del ingreso a la planta. "Venimos a dejar unos papeles", dijo el conductor.
El guardia se acercó y uno de los ladrones le apuntó con un arma. Enseguida lo redujeron y otro hombre se puso la ropa del vigilador para no levantar sospechas. Los ladrones llegaron así al segundo portón donde inmediatamente redujeron a los restantes cuatro vigiladores.
Dentro de la curtiembre, la banda obligó a todos los empleados a tirarse al suelo. Luego, algunos hombres fueron hasta el fondo de la planta, abrieron los portones y allí entraron cinco camiones con el resto de la banda, unos 15 hombres.
El director de relaciones institucionales de la empresa, Gustavo Trossero, relató que entre 20 y 22 delincuentes armados ingresaron a la curtiembre, luego de que un grupo de cinco personas redujera a los guardias.
"Dijeron que venían a retirar una documentación, pero sacaron las armas e hicieron abrir los portones para que ingresaran cinco camiones con el resto del grupo", señaló a LA NACION el vocero, quien confirmó que la empresa ofrecerá una recompensa a cambio de información sobre el paradero del material sustraído, que estaba asegurado.
"Actuaron a cara limpia y conocían bien los movimientos de la empresa: sabían que las cámaras que teníamos eran sólo internas y manejaron los autoelevadores para cargar la mercadería sin ningún inconveniente", comentó Trossero, quien agregó que sólo golpearon a dos vigiladores para amedrentarlos y ataron al resto del personal, sin mostrar mayor violencia.
Además, indicó que aprovecharon el turno cuando trabajaba la menor cantidad de personal. "Ellos eran 22 y en la curtiembre había diez empleados más los cinco vigiladores", agregó.
Trossero estimó que es difícil que los ladrones intentaran vender la mercadería en el ámbito local, ya que se trata de cuero rojo, que no es fácil de colocar en el mercado ni de teñirlo. "Deben de conocer del negocio de los cueros, ya que descartaron llevarse el cuero solapado [de menor calidad], y quizá sepan cómo reducir la mercadería en el mercado negro", opinó.
Los investigadores no descartan que haya sido un robo por encargo, con datos aportados desde dentro de la firma por un entregador, ya que los cueros estaban listos para su traslado. Además se informó de la dificultad de identificar las huellas de los delincuentes, porque aparentemente habrían utilizado guantes, según el testimonio de los empleados presentes, aunque esperaban el resultado de los peritajes.
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