Ayer por la mañana
Liberan aves rapaces en la Reserva Natural
Se trata de dos halcones aplomados, dos colorados y un carancho. Es en el marco del programa de Conservación y Rescate de Aves Rapaces (PCRAR), del Zoolígico de Buenos Aires y la Dirección de Fauna Silvestre de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Nación.
Desde la mañana de ayer la Reserva Natural del Pilar posee cinco nuevos habitantes. Se trata de ejemplares de aves rapaces rehabilitados por el Programa de Conservación y Rescate de Aves Rapaces (PCRAR) llevado adelante en el Zoo de Buenos Aires junto con la Dirección de Fauna Silvestre de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Nación.
Las aves —dos halcones aplomados, dos colorados y un carancho— que ya surcan el cielo del predio ubicado detrás de la ex Fábrica Militar son halcones aplomados, colorados y un carancho. De la liberación participó el subsecretario de Planificación y Política Ambiental, José María Musmeci y el Director de Fauna Silvestre de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable. También estuvieron presente voluntarios de la Asociación Patrimonio Natural y medios de prensa nacionales. Por el municipio de Pilar asistió el secretario de Medio Ambiente y Calidad de Vida, Oscar Salom.
"En esta oportunidad se liberaron aves capturadas en un operativo de la Dirección de Fauna, los cuales estuvieron sometidos a un período de adaptación y recuperación en el Zoológico de Buenos Aires", declaró José María Musmeci, subsecretario de Planificación y Política Ambiental.
Musmeci continuó afirmando que "buscamos mostrar el final de este tipo de operativos porque es sumamente importante el cuidado que le damos a toda la fauna. En este caso se trata de especies muy valiosas y es importante que vuelvan a ocupar los espacios que le pertenecieron, lo cual deriva en una mejor calidad de vida de la sociedad".
El subsecretario recorrió la Reserva Natural junto a los voluntarios de la Asociación Patrimonio Natural y se interiorizó de sus problemas, debilidades y proyectos.
Por su parte, el Lic. Daniel Ramadori explicó que "estas aves habían sido decomisadas y luego recuperadas para retomar la habilidad de cazar y ahora las estamos reincorporando al medio ambiente donde cumplen un rol importantísimo en el control de plagas. Además, es importantísimo que la sociedad se concientice de la importancia de estos ejemplares en el ecosistema que les pertenece".
La voluntaria Liliana Filadoro, secretaria de la Asociación Patrimonio Natural hizo hincapié en la importancia de estas acciones de liberación. "Esto es importantísimo para la Reserva Natural del Pilar porque vino el subsecretario de Ambiente de Nación y el Director de Fauna, además, esto significa un reconocimiento a la Reserva Natural de Pilar como poseedora de ecosistemas necesarios para la supervivencia de una gran diversidad de aves".
Es de destacar que estas tres especies ya existían dentro del inventario de la Reserva Natural del Pilar.
Es de destacar que en la actualidad, los humanos y su enorme potencial tecnológico, transforman el medio con tanta rapidez que están desapareciendo especies en forma masiva en poco espacio de tiempo.
La desaparición de las aves rapaces forma parte de uno de los mayores problemas ambientales al que la humanidad se enfrenta en la actualidad: la pérdida de la biodiversidad.
Es bien conocido que las rapaces son fehacientes indicadores ambientales, grandes aliados del hombre por su rol biológico, y símbolo donde éste ha plasmado sus más grandes sueños desde tiempos remotos. Aún hoy podemos ver que estas aves son privadas de su libertad en ambientes naturales para satisfacer esa extraña necesidad del ser humano de poseer las cosas que nos resultan atractivas.
El Programa de Conservación y Rescate de Aves Rapaces (PCRAR)
Es por este motivo que tanto desde el PCRAR y la Dirección de Fauna Silvestre se lucha por la conservación de las aves de presa, educando, realizando campañas para evitar su desaparición, investigando y rehabilitando.
Varios son los proyectos para la conservación de aves rapaces amenazadas que se llevan a cabo en Argentina, en el PCRAR se trabaja en rehabilitación de aves rapaces; provenientes tanto de incautaciones de la Dirección de Fauna Silvestre, rescates y de particulares que las donaron luego de haberlas intentado domesticar, habiéndolas mantenido en cautividad ilegalmente, hecho por la cual cada año, 20 millones de aves en el mundo son sacadas de su hábitat natural para ser comercializadas.
El PCRAR está enmarcado en un trabajo de conservación ex-situ e in-situ, sus metas son la rehabilitación y la educación.
Esta iniciativa tiene como fin la rehabilitación para la posterior reintroducción de aves rapaces, y en el caso de que no puedan ser reinsertas a su hábitat natural, utilizarlas en la educación del público en general, llegando a recibir el ZOO de Buenos Aires la visita de millones de personas por año.
El público que visita los zoológicos no solamente es variado en su composición, sino que también incluye los diferente sectores de la sociedad, la educación de niños y jóvenes es de radical importancia, ya que serán los responsables de restablecer la armonía perdida con la naturaleza, que nos ha conducido a vivir en un mundo en el cual, cada día desaparecen 150 especies y por cada una de ellas otras 30 entran en la categoría de peligro de extinción.
Por este motivo, el eje principal del PCRAR es la firme creencia de que cada planta o animal tiene en sí mismo su razón de ser, que es expresar su esencia, ser como es, hacer lo suyo; esto forma la armonía natural, con todas las especies, incluyendo a las rapaces y a nosotros mismos.
Si bien los motivos por los que llegan varían, todos pasan por un período de cuarentena y un examen clínico inicial. Concluido este período, las aves son trasladadas a las instalaciones de rehabilitación. En esta instancia, se utilizan métodos de cetrería moderna, tales como repetición de vuelos al guante, saltos verticales, escapes de presas, vuelos de campo, etc. Estas técnicas permitieron obtener buenos resultados en el trabajo con las aves recibidas hasta el momento.
Por tratarse de un paseo tradicional, el Jardín Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires recibe gran cantidad de público.
Esto permite acceder a un número importante de visitantes, para concientizarlos sobre la problemática de estas especies mediante actividades educativas como las charlas dictadas por personal del PCRAR.
La experiencia adquirida durante largos años de trabajo en rehabilitación, ha aumentado las posibilidades de recuperación para las aves que ingresan, permitiendo el continuo desarrollo de las técnicas utilizadas. Esto ha permitido el desarrollo de una línea de trabajo con rapaces amenazadas, desarrollando sus actividades con Águila Coronada (Harpyhalietus coronatus), la rapaz más amenazada de la Argentina.
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