Intervino el intendente interino Castillo
El gobierno le pone paños fríos a la polémica por los despidos
El edil a cargo de la jefatura comunal dijo que no hay “mucha cantidad de cesanteados”, aunque dijo no tener los números precisos. Se reunió con representantes del gremio de Municipales. Sindicalistas habían prometido “entrar en conflicto si se comprobaban expulsiones masivas”.
A través del intendente interino Marcelo Castillo el gobierno salió a ponerle paños fríos a la polémica que se había suscitado en torno a la posibilidad de que se registraran despidos masivos en la comuna.
Ayer por la mañana, el edil a cargo de la jefatura comunal en reemplazo de Humberto Zúccaro —de viaje en China por razones familiares—, informó que había mantenido una reunión con el titular del Sindicato de Municipales de Pilar, Oscar Campofreda, desde donde habían señalado su preocupación ante una docena de despidos de trabajadores que según el sindicalista pertenecían a la planta de personal permanente y tenían más de 15 años de antigüedad. Además, Campofreda pretende saber la cantidad de contratos que no fueron renovados.
“Una cosa es el número el 31 de diciembre, y otro si se tiene en cuenta todo el último mes del año; es un panorama que hay que ver de manera dinámica”, explicó Castillo ayer por la mañana, en un desayuno que ofreció para la prensa, junto a su secretario privado, el reconocido médico Omar Mantovani.
Castillo explicó a la prensa que “fueron varios los contratos que no se renovaron en el último tramo del 2007, además de suprimir varias becas”; pero aseguró no tener aún el número definitivo de las personas que quedaron sin trabajo. De todos modos, descartó que se trate de un número “importante”, y rechazó de plano que sean entre 150 y 200, como trascendió en los últimos días.
Además, el intendente interino explicó que se estudiarán caso por caso los despedidos que formaban parte de la planta permanente de personal, y de hecho informó que unos cuatro ya habían sido reincorporados.
Desde el Sindicato habían manifestado que si el número ascendía a lo que señalaban los rumores, iban a entrar en “conflicto con el gobierno”.
“No somos un gremio que sale de punta, pero la prioridad es defender los derechos de los trabajadores”, había enfatizado Campofreda.
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