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A partir del lunes
Arranca el juicio contra el sacerdote acusado de abusar sexualmente de cinco menores
Se trata del cura Napoleón Sasso, detenido desde enero de 2004, quien será juzgado ante los tribunales de San Isidro. Está imputado por haber acosado a nenas de entre 5 y 13 años, cuando dirigía una capilla de la localidad de La Lonja.
 El lunes comenzarán a darse los primeros pasos en la investigación de uno de los casos que sacudió a la opinión pública pilarense.
Es que ese día arranca el juicio contra el sacerdote Napoleón Sasso, acusado de haber abusado sexualmente de cinco nenas de entre cinco y trece años cuando se desempeñaba - entre mediados de 2002 y julio de 2003 - como cura en la capilla San Manuel de la localidad de La Lonja.
El juicio se desarrollará en los Tribunales de San Isidro, lugar en el que se esperan los testimonios de quienes detectaron el aberrante caso.
Entre ellos, se sentarán en el banquillo de los testigos el cura Luis Domínguez Guzmán, la psicóloga María Inés Olivella y las colaboradoras que el cura tenía en la capilla.
En la causa que enfrenta, el padre Napoleón cuenta - según la acusación - con un diagnóstico médico de paidofilia en San Juan en 1994; una internación obligada entre 1996 y 1998 en una casa eclesial de rehabilitación para sacerdotes en crisis (pedofilia, alcohol, homosexualidad).
Sasso, de 50 años, recibió las primeras quejas de abuso en el año 1991 cuando deambulaba por diversas parroquias de la provincia, por lo que se decidió la internación. Pero estuvo allí sólo dos años, luego le permitieron dar misa y confesión, hecho que lo llevó a la capilla de La Lonja en la que estaba el frente de un comedor asistencial
El caso
Luego de su llegada a la capilla, una colaboradora descubrió que una de las nenas de por entonces 12 años se encontraba en muy malas condiciones anímicas y advirtió la posibilidad de que haya sido abusada por el cura.
Automáticamente se citó a la psicóloga María Inés Olivella para que realizara las pericias a las niñas.
Los testimonios se fueron reuniendo. El primero fue presentado en noviembre de 2003 ante la titular del Juzgado Nº 5 de Menores de San Isidro, Mirta Angélica Rovera Godoy, quien avanzó con la investigación. También el fiscal Enrique Ferrari aportó pruebas. El 30 de noviembre de ese año, Ferrari pidió la detención de Sasso, por considerar que existían suficientes pruebas para acusarlo por abuso sexual de menores agravado, delito que representa una pena máxima de 20 años.
En esa oportunidad Sasso desapareció de escena y se transformó en prófugo. Seis meses más tarde fue hallado y ahora tras estar en la cárcel desde 2003 deberá enfrentar a la justicia.
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