Historias solidarias
Fundación Por Pilar, suma fuerza por los más castigados

Desde 2000, la entidad busca que la salud y la educación lleguen a todos los vecinos. Potencian el trabajo de la Unidad Pediátrica Móvil de La Casa Ronald McDonald y el Hospital Universitario Austral y la Universidad de San Andrés.

"Sí o sí nos tiene que ir bien. Tenemos que ayudar a mucha gente", asegura Brenda Stanley. Su preocupación tiene un fundamento: es la directora ejecutiva de la Fundación por Pilar y siente que las necesidades le ganan la pulseada a la posibilidad de combatirlas.
En septiembre de 2000, un grupo de vecinos, empresarios y autoridades de Pilar sumaron sus esfuerzos para lograr tres objetivos: la integración, el desarrollo y la promoción de los habitantes más castigados del partido.
Desde entonces, en tres comisiones diferentes, trabajan en tres frentes. Saben que el desafío es muy grande y su trabajo es siempre en equipo: todas las tareas de la fundación se realiza en alianza con otras organizaciones civiles.
Desde la Comisión Social, potencian el trabajo de la Unidad Pediátrica Móvil de La Casa Ronald McDonald y el Hospital Universitario Austral y contribuyen a mejorar la calidad educativa de las escuelas que atienden sectores de extrema pobreza de la localidad, junto con la Universidad de San Andrés.
La Comisión de Cultura y Deporte planifica visitas a museos, teatros y espectáculos para acercar a la cultura a las personas con menos recursos y organizan clínicas de fútbol. La Comisión Visión y Planeamiento, en tanto, trabaja con el municipio y el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) para iniciar la planificación estratégica de Pilar.
La Unidad Pediátrica Móvil (UPM) se estacionó la semana pasada frente al jardín de infantes N° 906, en Zelaya. En el móvil los médicos van y vienen atendiendo a los chicos. Dentro del jardín, dos psicólogas y una psicopedagoga de la fundación dan una charla sobre nutrición y enfermedades de los chicos para una veintena de mamás. Un rato más tarde, en un taller con títeres, los chicos aprenderán cómo cepillarse los dientes y qué alimentos evitar para cuidar la dentadura.
"Es una muy buena forma de hacer atención primaria porque podés resolver. Es una satisfacción decirle a una mamá el diagnóstico de su hijo, darle el turno y hasta resolver una cirugía si la necesita -dice satisfecha la pediatra del móvil, Valeria Treynor-. La idea es hacer controles periódicos en salud y crear conciencia en los papás de la necesidad del control del crecimiento en sus hijos."
En el móvil, los médicos hacen un control exhaustivo de cada chico. "Si detectamos algo que requiere la consulta con un especialista, los derivamos al Hospital Universitario Austral. Y si se necesitan estudios de alta complejidad, nos ayuda la Fundación por Pilar", señala la médica.

Espectáculo a beneficio
A pesar de costear cerca de 100 cirugías por año, la lista de espera supera el centenar de casos. Para poder solventar estas operaciones, la fundación organiza este viernes un espectáculo con Maximiliano Guerra y su Ballet del Mercosur. Será a las 21, en el Sheraton Pilar. Todavía quedan entradas y pueden conseguirse en el 5273-7135, 4312-0533 o (02322)668761. Su página es www.fundacionporpilar.org.ar.
Los casos más complicados llegan al móvil sin tener turno. Como el de Tomás. A los cuatro años, se desmayaba repentinamente. Debieron hacerle estudios y le detectaron un soplo cardíaco. Hoy, un año después, necesita controles periódicos.
Tomás subió al móvil con su hermano Lautaro, de 7 años, su mamá Ana y su pequeña hermana. "Gracias a este móvil le pudimos hacer a Tomás estudios que no estaban a nuestro alcance, como una resonancia y un electroencefalograma", cuenta Ana, mientras se reparte dentro del móvil: de la consulta odontológica sus hijos pasaron al control clínico.
Montserrat Donadeu es la odontóloga y ostenta orgullosa un interesante récord: "Conmigo nadie llora", asegura.
"Enseñamos a optimizar sus recursos. Es una frase repetida, pero no sólo damos pescado, sino que tratamos de enseñarles a pescar... Les enseñamos a defender a su familia con las herramientas que tienen. Les decimos que no se sienten a esperar a que les den, les enseñamos a tener dignidad", dice Treynor.
En los talleres para padres surgen temas que no tienen que ver con la salud. O sí, pero tangencialmente. La fundación trabaja en red con otras instituciones y así, entre varios, buscan una salida para cada problema.
El 70% de sus días, la UPM atiende a los chicos de Pilar. Pero también recorre el país. Visita Corrientes, Salta, Tucumán, Jujuy, al menos una vez al año y se quedan una semana en cada lugar. En el móvil viajan residentes y también se hacen tareas de investigación y docencia. "Lo mejor del proyecto es el seguimiento que hacemos y que podemos volver a ver los resultados de nuestro trabajo -considera la pediatra-. Hacer atención primaria incluye hacer educación, no sólo asistencia."
El móvil recibe entre 6000 y 7000 consultas pediátricas y odontológicas por año. El 18% de ellas requieren derivación y la especialidad más solicitada es la oftalmología. Cerca del ocho por ciento de las consultas terminan en una cirugía, en general, hernias, adenoides, labios leporinos, entre otras. "Con el espectáculo de Maximiliano Guerra vamos a recaudar fondos para hacer más cirugías. Por eso es tan necesario que nos vaya bien", exclama Brenda.
"Es un trabajo muy lindo. Acá no sólo diagnosticamos, sino que, con la ayuda que nos dan estas instituciones, podemos resolver", se alegra la médica.

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