Análisis
Los establecimientos educativos afrontaron serios conflictos en el primer semestre del año

Desde la demora en el inicio de clases por falta de mobiliario, pasando por los sucesivos robos y hasta los problemas generados por los intensos fríos, las escuelas del Distrito tuvieron una primera mitad de año dura. Desde el consejo escolar aseguran que se incrementan las demoras en la llegada de soluciones.

Los establecimientos educativos del distrito no dejan de ser noticia por las ineficiencias que poseen y que los alumnos, indefectiblemente, deben sufrir a la hora de asistir a clases.
A un día del comienzo del receso invernal, los chicos ya no estarán en las aulas por dos semanas, pero los desperfectos no se tomarán vacaciones. El año lectivo comenzó con demoras en una gran cantidad de escuelas, por causa de varios factores: falta de mobiliario; sucesivos robos – muchos de los cuales incluyeron la destrucción casi total de las instalaciones - ; y desde hace unos días, serios problemas en materia de calefacción, que comenzaron a notarse sobre todo debido a las bajas temperaturas – nevada incluida – que azotaron a la región.
Sin duda, que ante los sucesivos reclamos, desde el Consejo Escolar tuvieron que afrontar las soluciones y enfrentar intensas negociaciones para concretarlas.
Para finalizar con la ola delictiva, los consejeros elevaron un pedido al Gobernador de la Provincia Felipe Solá para que evaluara la posibilidad de colocar un sistema monitoreado de alarmas en todos los establecimientos. Promesa que el propio Solá había hecho durante su última visita a Pilar. Teniendo en cuenta que Pilar cuenta con 98 edificios, se necesitarían unos 147 mil pesos, más el abono mensual del servicio que las alarmas requieren. Sin embargo, los consejeros siguen viajando a la ciudad de La Plata: el dinero no aparece.
Sin embargo, y no menos importante, otro de los factores que afectan el óptimo funcionamiento de los establecimientos es el gran crecimiento en la matrícula escolar. Según datos del organismo, en los últimos dos años el aumento de alumnos fue del 17% lo que ubica al Partido como uno de los que más creció, quintuplicando la media provincial que es del 3%. Ese incremento trajo aparejado un desesperante desborde que generó la declaración de la emergencia mobiliaria en el distrito.
“Necesitamos que se aumente el presupuesto para poder afrontar los problemas”, se quejaban desde el Consejo Escolar.   
Finalmente, uno de los últimos factores que llegó para agravar la situación escolar, fueron las bajas temperaturas que provocaron un sinfín de protestas por parte de padres y maestros que reclamaban calefacción en las aulas. “Estamos teniendo demoras y trabas para solucionar el tema en uno de los inviernos más fríos de los últimos cuarenta años”, señaló Darío Pascual, secretario del Consejo. Y aunque reconoció que se hizo una inversión al respecto, no dejó de destacar que para la solución definitiva “se requiere de obras importantes financiadas por la Provincia”, las cuales por el momento están sumidas en una demora que afecta directamente a los alumnos. Es que luego de la sorpresiva nevada, varias escuelas debieron forzosamente suspender las clases por el intenso frío recibiendo los coletazos de una crisis energética que muchos insisten en negar.
Cabe destacar que la falta de gas para calefaccionar los espacios está siendo regulada por las empresas prestadoras que inevitablemente sufren los cortes del servicio a fin de disminuir el consumo.
En tanto, desde los organismos provinciales, las inversiones se demoran producto del estado de déficit al que asiste la Provincia de Buenos Aires. Fueron constantes los pedidos de aumento del presupuesto por parte del Consejo Escolar, y aunque aseguran que están trabajando a contra reloj, sólo pueden apagar incendios, sin la posibilidad de planificar.
El caso más característico es el de la escuela Nº2 de Manuel Alberti, que luego del incendio que sufrió durante el año pasado, aún no se logra acondicionar los sectores afectados.
Los problemas están, son tangibles y visibles pero las soluciones no. Lamentable si se tiene en cuenta que dentro de las aulas frías, deterioradas y a merced de los vándalos, hay niños que deben aprender.

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