Debe reducir su personal de 800 a 200 operarios
Magalcuer, una empresa modelo al borde del abismo
Es porque las condiciones de mercado exterior, donde destinaba la mayor parte de su producción de cueros, no son favorables. Empleados y sindicalistas sitiaron el Parque Industrial y bloquearon las entradas. “No tenemos otra salida”, se desesperó el presidente de la compañía. Hay una semana de tregua.
La empresa se mudó a Pilar a fines de 2004, y utilizó una inversión de 8 millones de dólares para construir una planta modelo que produce marroquinería.
Magalcuer pegó el salto de su lugar en Chacarita, donde nació, y amplió su planta de personal de 200 a casi 700 personas. El panorama, aunque comenzaba a vislumbrarse esquivo, era de crecimiento. “Confianza”, sonreía el dueño de la empresa, Norberto Castellán en ese momento, mientras recorría la planta en el día de la inauguración junto a sus hijos y el Presidente de la Nación, Néstor Kirchner.
Pero las condiciones de mercado internacional, donde Magalcuer destina la mayor parte de su producción, la caída de la convertibilidad y el aumento de los costos de la materia prima hicieron que la compañía dejara de ser rentable. Comenzaba la caída de una empresa familiar que supo llegar a la cima.
El jueves por la tarde, Castellán se reunió con lo cuatro gremios que encuadran al personal que tiene enrolado en su empresa — Marroquineros, UOM, Curtidores y Empleados Marroquineros—, y le comunicó la noticia que quiso esquivar siempre: “No tengo otra alternativa, tengo que reducir el personal de 800 a 200 personas”.
“La empresa no es rentable y hasta la semana que viene va a seguir trabajando con las 800 personas, pero si no aparecen las soluciones en el medio no va a quedar otra alternativa que tomar la decisión que Magalcuer anunció”, informó a Pilar de Todos un Castellán a borde de la desesperación.
En ese sentido, Castellán le pidió al Subsecretario de Gobierno de Pilar, Hugo Trabadelo, que interceda ante el intendente Humberto Zúccaro y le abra las puertas que él tiene cerradas.
“Intenté comunicarme con el presidente de la Nación (Néstor Kirchner) pero no respondió a varios de mis llamados. Esto se resuelve con una decisión política y sentido común”, sostuvo el titular de Magalcuer.
Castellán, que tiene hipotecada la planta de Pilar (en la que invirtió 8 millones de dólares en el 2004) por casi 4 millones de dólares, le pidió al Banco Nación un préstamo de Capital de Trabajo de 5 millones de dólares.
“Eso es lo que necesitamos para comenzar a salir, aunque va a ser muy difícil de todos modos, porque las condiciones de mercado no son favorables para el sector”, se lamentó.
Empresa modelo
En el 2004, cuando Magalcuer pegó el salto desde su planta de Chacarita a Pilar, y triplicó su dotación de personal, fue ejemplo de industrialización y producción. Exportaba unos 5 millones de cinturones anuales y tenía el 5% del mercado en Estados Unidos. Pero la “Crisis del Cuero”, que volteó a varias empresas del sector, también les llegó.
“Ningún asesor del Presidente, aunque sigo teniendo el mismo respeto y admiración de siempre, me dijo que esto podía pasar. Yo siempre aposté a la empresa, nunca tuve una cuenta en el exterior y ni siquiera un plazo fijo. Esto fue concebido como una empresa familiar y pese al aumento de personal siempre fue así”, enfatizó Castellán.
De hecho, el presidente de la compañía había anunciado en la apertura de la planta que en dos años los trabajadores comenzarían a tener participación en las utilidades de la empresa.
Por ahora, luego de una reunión que sostuvo en el mediodía de ayer entre Castellán y los titulares de los sindicatos, se decidió esperar una semana más y levantar los cortes.
“Vamos a hacer un sacrificio más hasta la semana que viene a la espera de las soluciones que necesitamos, sino no hay otra salida”, concluyó con un hilo de voz Castellán, quien pasó toda la noche en la planta junto a sus hijos.
“Todo esto me hace sentir frustrado y fracasado, pero no voy a vaciar la planta. En todo caso le entregaré las llaves al Juez y me iré a buscar trabajo”, finalizó..
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