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Un problema que no tiene solución
Enardecidos, grupo de padres vuelve a tomar una escuela de Alberti
Se trata de la N° 2, que se incendió en octubre del año pasado. Reclaman la reparación del establecimiento y aseguran que las aulas modulares que se instalaron “no sirven para nada porque ingresa agua”. Están dispuestos a seguir con la medida “el tiempo que sea necesario”.
 Un grupo de padres volvió a tomar las instalaciones de la escuela N° 2 de Alberti, un colegio que desde que se incendió en octubre del año pasado sigue cosechando problemas.
Es que a la solución transitoria que se apeló para dar comienzo a las clases no conformó a nadie, por lo que los padres ahora quieren que las obras se hagan como corresponde.
En su momento, cuando los padres tomaron una medida similar apenas comenzado el ciclo lectivo, autoridades de la Dirección de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires enviaron dos aulas modulares para albergar a parte de los chicos que se quedaron sin aulas, al tiempo que prometieron reconstruir lo dañado.
Sin embargo, los padres aseguran que las obras jamás comenzaron, y manifiestan que las aulas modulares “no sirven” porque presentan filtraciones.
“Las aulas modulares las hicieron mal, a las apuradas y entra agua por todos lados. Y el resto de la obra esta toda parado”, disparó Sandra Gómez, mamá de uno de los alumnos que sufre las consecuencias.
“Habían dicho (desde Provincia) que se iba a arreglar todo pero no pasó nada. Fue todo una farsa, y estamos peor que antes porque entra agua en otros salones”, completó.
Algunos de los alumnos debieron ser derivados a la escuela 46 y otros en la 33, lo que también genera una serie de inconvenientes a los alumnos, que tiene que trasladarse, en algunos casos, más de 20 cuadras hasta su lugar de estudio.
“Eso también obliga a que los chicos se tengan que levanta más temprano”, se ofuscó Gómez.
Las quejas, además, también recaen sobre el sistema de comedor, ya que, aseguró la mujer, “hay días en que come la mitad de los chicos que corresponde”
“Nos dicen que mandan la comida para los 400 chicos que tienen cupo, pero, por ejemplo hoy (por ayer), la mitad comió y la otra no. Lo hacen en un pedazo de galería o en el aula; a los animales se los trata mejor”, embistió la mujer.
“Vamos a tomar la escuela hasta que lleguen los materiales, se vean las obras y terminen los trabajos”, finalizó la mujer.
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