En diez días firmarían un convenio
El gobierno quiere recuperar el edificio del legendario Instituto Carlos Pellegrini
Con un trabajo conjunto con el Consejo Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia buscarán restaurar el ala izquierda de la institución que en la actualidad está totalmente en ruinas después de años de abandono. Planean darle un uso relacionado con lo educativo. Escuelas municipales y diversos talleres serían los principales destinos.
Fue una de las instituciones que supo dejar una huella en varias generaciones que pasaron por sus aulas, es un hito difícil de olvidar y casi un pecado imperdonable el estado actual de sus instalaciones. Sus internos lo recuerdan con emoción y aun parecen revivir los momentos transcurridos dentro de su seno. Él se muestra imponente, pero lastimado, herido en lo más profundo de su alma pero al mismo tiempo impresionantemente resistente. El instituto Carlos Pellegrini lucha por sobrevivir para poder volver a albergar entre sus paredes a nuevos seres que busquen refugio intelectual. El proyecto es ambicioso y se viene gestando desde hace unos meses por el gobierno local. Es que el Intendente Humberto Zúccaro, fiel a su promesa de que éste será el año de la educación, planea recuperar el ala izquierda del legendario edificio para destinarlo, en principio, al dictado de diversos talleres.
Para ello, según anunció María del Carmen Rodríguez, Secretaria de la Unidad de Gestión Educativa (UMGE), es necesaria la firma de un convenio con los representantes del Consejo Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (CONNAF), entidad que actualmente tiene a su cargo al edificio. “Tenemos que apoyar esta patriada porque el Instituto representa mucho para todos los pilarenses, recuperarlo va a ser un orgullo”, señaló la funcionaria quien además adelantó que la firma del convenio podría producirse después de la celebración de Pascuas.
La recuperación del Carlos Pellegrini le devolverá a Pilar parte de su historia y a su gente un orgullo incalculable. La posibilidad de que allí se dicten diversos cursos, deja abierta una oportunidad mucho más amplia ya que también podrían destinarse sus aulas para la instalación de una futura Universidad y campos de deportes con pileta de natación incluida.
Abandono
Ingresar al predio del Instituto genera sensaciones encontradas. Allí, a la vera del camino el busto de Don Carlos Pellegrini custodia celosamente el edificio que supo ser el marco de la formación de una gran cantidad de estudiantes. Detrás de él, se erige con fuerza y altura, una construcción centenaria que hasta logra intimidar. Sin embargo, todo se desmorona, al caminar tan solo unos metros: el abandono lo inunda todo. Paredes resquebrajadas, amplios salones sin techos, ni pisos – aquellos que supieron ser de madera hoy dejan ver sólo pozos cubiertos de basura.
Con un incendio en su haber, que se produjo en el mes de enero de 2003, el Pellegrini se fue cayendo. Esa madrugada, más de 3 mil libros de gran valor histórico quedaron reducidos a cenizas, al igual que los muebles europeos que habían sido traídos a principios del siglo 20. El techo del ala derecha, debajo del laboratorio y la biblioteca; las aulas, la buhardilla, la torre y el techo, que se desmoronó por completo, hirieron de gravedad a la institución.
Hoy, la construcción está totalmente deteriorada y pide a gritos una salvación. Su recuperación es un anhelo de todos.
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