Informe especial
Cesvi alerta sobre el aumento de robos de autos
En el 2006 el robo de autos aumentó un 10,6% respecto al año 2005. Asimismo, durante el mes de enero de 2007, continúa la tendencia alcista con un incremento del 12,5% respecto al mes de diciembre de 2006. Pero al comparar el mismo mes en ambos períodos, se puede observar que el aumento registrado es del 23%.
Según un estudio del Centro de Experimentación y Seguridad Vial (CESVI) se registró en el 2006 un incremento en el robo de autos de un 10%, respecto al 2005.
“El robo de autos—según el Centro que reúne a las aseguradoras más importantes del país— está íntimamente vinculado a los elevados precios de los repuestos originales, por un lado, a la falta de disponibilidad por otro y también, y hay que señalarlo, a la falta de cultura de la sociedad que insiste en darle la espalda a los negocios marginales”, explica el CESVI.
“En definitiva, este flagelo responde, como cualquier otro negocio, a las reglas del mercado: oferta, demanda, márgenes de ganancia y el bolsillo de los consumidores. Una pieza robada cuesta hasta un 50% menos que la original. Pero, a veces, la opción de comprar la nueva directamente no existe.”
Para el CESVI el incremento en el robo de vehículos “mucho tiene que ver el parque automotor envejecido que tiene hoy la Argentina, con un promedio que supera los 12 años. El ranking de los autos más robados lo encabeza el Fiat Uno, un modelo que lleva produciéndose casi 20 años; lo sigue una cantidad importante de modelos discontinuados, como el Duna, los Renault 9, 11 y 12 o los Peugeot 504 y 405, entre otros.
La escasez de repuestos
Un relevamiento realizado por los concesionarios oficiales de las distintas marcas permitió establecer la dificultad para conseguir algunas piezas. Por ejemplo, de la línea Fiat no se consiguen repuestos originales del Duna año 96 para atrás; en Renault, nos aseguraron que hay stock para el Clio y Mégane (en todas las versiones), pero no existe abastecimiento para el R9; por su parte, en Peugeot es imposible encontrar para el 504, en cambio del 405 se consigue con excepciones: si es nacional si, pero si es importado no. En Chevrolet nos aseguraron que hay disponibilidad para todas las versiones del Corsa y en Ford no habría problemas con el Escort, pero sí con los primeros Fiesta, que vinieron importados de España.
Ésa es una parte del problema. También se encontró que entre los autos más robados están el Peugeot 206, el Renault Mégane, el Fiesta, el Ka, el Gol, la Ranger y la Hilux, autos mucho más modernos. Y aquí el factor desencadenante es el alto precio de los repuestos originales. Muchas veces, chocar de frente un auto y repararlo con repuestos originales (sumada la mano de obra), puede llegar a representar cerca del 50% del valor del auto cero kilómetro.
Hasta hace poco, la única alternativa era recurrir al negocio “paralelo”. Pocos saben que desde hace un tiempo se puede comprar repuestos recuperados en desarmaderos legales. Ésta es una excelente alternativa, ya que no se alimenta el delito y se puede acceder a piezas a precios que rondan el 35% del valor del original, incluso más baratas que en el mercado negro. En la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes aseguran que el incremento de robos se debe “en parte a que se debilitaron los controles, pero también a que el parque de autos viejos crea una mayor demanda de repuestos. La gente pide y las bandas los roban a pedido”.
Modalidad de robo
No todos los autos se “levantan” de la misma manera. Por un lado, están los autos que se sustraen en la vía pública y, por otro, los que se roban a mano armada. Según los datos del año completo 2006, esta última modalidad representa cerca del 35% del total y tiene que ver con que los repuestos de los autos más demandados corresponden a vehículos tecnológicamente más avanzados y difíciles de arrancar sin llave. Entre estos últimos, aún en 2007 el ranking lo encabeza el Peugeot 206, un modelo que sale de fábrica con dispositivos antiarranque de última generación que no dejan más alternativa que robarlos con el propietario en el interior. Dentro de este grupo también están la Toyota Hilux, la Ford Ranger o el VW Golf. Dando apertura a esta información, también se verifica que los acoplados y los camiones son el tipo de vehículo preferido en la modalidad “mano armada”.
Análisis por zonas más robadas
“En los doce meses estudiados del año 2006 comparado con igual período del año anterior, en Capital Federal se registró una suba del 16,6%, añadiéndose GBA, que trepó a un 12,1%, dado que esta zona ascendió en una proporción menor con un acumulado del 9,3%. En el interior hubo un aumento del 4,5%, manteniendo valores siempre superiores a los de 2001, en parte, por la reubicación en zonas como Córdoba, Rosario o Mendoza de algunos de los desarmaderos clandestinos que fueron desbaratados desde el 2003.
Desde Cesvi recomendaron que la gente estacione en lugares bien iluminados, siempre que sea posible en estacionamientos y no en la vía pública.
“Si deja el auto en un valet parking, sólo déjele las llaves al encargado; no deje objetos de valor a la vista.; cierre completamente las ventanillas y no olvide trabar todas las puertas, gire la dirección hacia el cordón y trábela; siempre que pueda, utilice algún tipo de palanca o traba sobre el volante y/o pedales; no deje la documentación del vehículo en el interior; retire el equipo de audio o no lo deje en un lugar visible; cuando entre o salga de su casa, verifique que no haya personas extrañas o vehículos sospechosos en las inmediaciones”, recomendaron desde el Centro de Experimentación en Seguridad Vial.
Además recordaron que “otra ayuda para contribuir a desbaratar el delito es conocer los modus operandi de las bandas”.
“Tome nota de cuáles son los más frecuentes para evitar, sobre todo, el robo a mano armada”: Crear un problema mecánico: es habitual colgar pequeños objetos contundentes de puentes o árboles para romper el parabrisas y así obligar al conductor a detenerse. En ese momento aparecen los cacos. Otra variante es la de arrojar clavos al asfalto para provocar una pinchadura. En todos los casos, lo recomendable es no detenerse hasta un lugar concurrido.
Obstruir el camino: similar al punto anterior, los ladrones aparecen cuando el vehículo se detiene. Lo más frecuente es que aparezca una calle cortada por una rama o piedras grandes. Si aparece una situación así, esté atento para encontrar vías de escape alternativas, pero nunca se detenga en el lugar.
Falsos policías: un auto particular se pone a la par con varios ocupantes que dicen ser policías y nos ordenan detenernos. Difícilmente un policía de civil tenga que realizar estas tareas, por lo que antes de parar verifique inequívocamente que no se trate de falsos policías.
Peatón distraído: se da frecuentemente en lugares cercanos a villas de emergencia y consiste en que un peatón comienza a cruzar la calle mientras se aproxima un vehículo. El conductor aminora la marcha y el peatón se detiene imprevistamente y apunta al auto con un arma. El ladrón puede llevarse el auto o sólo asaltar al conductor y huir hacia la villa. Lo único recomendable es evitar caminos cercanos a este tipo de asentamientos.
El vendedor ambulante: al detenerse en algún semáforo es común que se aproximen personas para vender algo o pedir una limosna. Ése es un momento propicio para arrebatadores o ladrones de autos. Para evitar este tipo de robos, cierre las ventanillas y trabe las puertas siempre que se detenga.
Un problema que no cesa
Por Marcelo Aiello, Gerente de RRII de CESVI
Al comparar las cifras del 2006 contra el 2001, es posible observar un descenso de sólo el 17% lo cual, si bien es positivo, genera un cierto llamado de atención a la hora de realizar la misma comparación contra 2004 donde podremos ver un aumento del 9,4%, mientras que aún peor resulta el análisis de la comparación contra 2005 con el 10,6% más de robos.
Entrando en un análisis más detallado, y respecto a las zonas, en los doce meses del año 2006 comparado con igual período del año anterior, en Capital Federal se registró una suba de 16,6% y el GBA ascendió en una proporción menor con un acumulado del 9,3%. En el Interior, en cambio, hubo un aumento del 4,5% y, contrariamente al resto de las zonas, manteniendo valores siempre superiores a los de 2001. Esto denota una notoria migración de robos al interior del país, dado que en 2006 Capital alcanza el 33,4% valor muy similar al de 2001, mientras que se duplica en el Interior y baja en el GBA.
Es indudable que el veranito se está acabando y que los indicadores de enero de 2007 están alineados con la tendencia alcista de los últimos años, lo cual genera como mínimo un llamado de atención. En tal sentido el Estado ha dado muestras de moverse para bajar nuevamente estos índices con el lanzamiento del RUDAC y la obligatoriedad de registrar los desarmaderos y las piezas usadas que se comercializan, dejando en absoluta evidencia a quien quiera comercializar piezas ilegales. Si bien es imprescindible intensificar nuevamente los controles aparentemente relajados o insuficientes, en la lucha contra las bandas delictivas y los desarmaderos clandestinos que aún existen, también en la información y finalmente en la concientización a los usuarios que prefieren comprar repuestos en el mercado negro, aún conociendo su origen ilícito y el perjuicio que ello conlleva.
Por otra parte, también contribuiría la implementación de políticas que incentiven la renovación del parque automotor usado. Aunque hará falta más colaboración de todos los sectores: las terminales y los autopartistas, para que haya una mayor disponibilidad de repuestos y precios más acomodados. Así como también un cambio de cultura de la sociedad: nadie roba lo que no puede vender. No comprar repuestos ilegítimos no sólo contribuirá a reducir el delito, sino que redundará en mayor seguridad vial para todos. |
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