Tras el crecimiento de los centros comerciales
Los comerciantes delvisences buscan estrategias para salvarse del efecto shopping
Aseguran que el principal problema que aqueja a la ciudad es el caos de tránsito. Este impulsa a la gente a que haga sus compras en los nuevos centros comerciales, de fácil acceso. Buscan que el centro y sus trabajadores no pierdan protagonismo frente a los monstruos del capitalismo.
Los grandes conglomerados comerciales llegaron a Pilar para interrumpir en la calma de las diferentes localidades. Primero fue la instalación del famoso kilómetro 50 que en cierto punto, le puso fecha de vencimiento al tradicional centro comercial de Pilar – ese que hoy busca persistir con esfuerzos inconmensurables – y ahora le llegó el turno a la localidad de Del Viso.
Fascinadas por los beneficios de la Zona Norte, los countries y urbanizaciones cerradas que en los últimos años se han incrementado considerablemente, las grandes empresas se instalaron en el acceso a la ciudad a los pies de la ruta Panamericana. Desde allí, amenazantes, los centros comerciales han logrado poner de pie a los pequeños comerciantes quienes están dispuestos a dar una lucha incansable.
Indudablemente la lucha será desigual y con importantes obstáculos que habrá que sortear. Aunque reconocerlos, es el primer paso para su posterior solución.
El centro comercial de Del Viso transita hoy por un momento de transición, momento en el que tiene que decidir si quiere seguir creciendo o estancarse en el lugar donde está. Es evidente que la voz de los comerciantes de la zona se inclinan por la primera opción y por eso insisten en debatir los problemas que frenan el crecimiento, sin descartar la posibilidad de que si no se trabaja en pos del avance de la ciudad, el efecto shopping ganará la batalla.
Una de las principales observaciones que se destacan es la gran emigración de clientes hacia los grandes conglomerados. Estos beneficiados por su accesibilidad, calidad y renombre, logran atraer a aquellas personas que antes y tradicionalmente era asiduos compradores de los negocios del centro de Del Viso. En este sentido, Francisco Calabró – propietario de la tradicional panificación Rocca- aseguró que desde que esa firma se instaló en el Paseo Pilar (nuevo centro comercial); de diez clientes que acuden allí, tres eran anteriormente clientes de la casa central de la panadería ubicada sobre la ruta 26, en el corazón de la ciudad. Además de esa cantidad, son siete los que no conocen el centro. “Esto pasa porque yendo a ese lugar encuentran comodidad en cuanto al tránsito, no tienen que sortear semáforos ni las barreras de la estación de trenes”.
Y es allí, donde reside el principal conflicto que atenta contra el desarrollo de la ciudad; ya que el ingreso a Del Viso se torna complicado. Los proyectos están a la orden del día, para solucionar ese inefable problema, los comerciantes propusieron descongestionar la ruta 26, sincronizar los semáforos para evitar la congestión vehicular y habilitar nuevas arterias laterales para desviar a los transeúntes. La propuesta aún está siendo estudiada y de alguna manera se intenta reflotar con mayor éxito un proyecto que surgió por parte de un concejal delvicense durante la gestión de Sergio Bivort, el cual proponía el reordenamiento del tránsito, pero que por falta de acuerdo nunca se llevó a cabo.
Desde el restaurante “Las Pastas de Ernesto” ubicado sobre colectora en Panamericana y ruta 26, aseguran sin temor a equivocarse: “si el acceso a la ciudad fuera mejorado, los comerciantes podrían facturar entre un 30 y 40% más que ahora” sin embargo agregan que al no ser así “evidentemente la gente va a preferir los centros comerciales que están en Panamericana, se sabe que a la gente de los barrios cerrados no les gusta esperar y allá pagan por la tranquilidad cuatro veces más que en el centro de Del Viso”. Y bajo esta lucha que aun no tiene un vencedor, comienzan a aparecer los primeros (y únicos) damnificados: los pequeños comerciantes. “Los grandes centros comerciales son iguales a las inversiones extranjeras que se anuncian desde el gobierno nacional; nosotros nunca las vemos pero indudablemente nos perjudican”, opinan en “Las Pastas…
Pro y contra del centro de Del Viso.
Del Viso cuenta con beneficios que le podrían permitir expandir el comercio: es una de las ciudades más completas del distrito; está rodeada por sectores sociales de un alto poder adquisitivo; cuenta con las vías del ferrocarril Belgrano - considerado uno de los ramales que mejor funciona - y una variedad comercial que se destaca. Sin embargo, esas características se ven opacadas por otras que no son fáciles de disuadir. El caos del tránsito, la dessincronización de los semáforos y las barreras del tren transforman a la ciudad en un verdadero laberinto. “Si en el partido de Tigre entras y te enamoras; en Del Viso entras y te amargas” ironizan los comerciantes.
A la hora de avizorar un futuro, los dueños de los negocios del centro de Del Viso no dudan en ser contundentes, desde “Las pastas de Ernesto” aseguran: “Por ahora y bajo estas condiciones; el futuro de Del Viso está estancado”; mientras que Calabró agrega: “Si no cambiamos, la ciudad se va a achicar”.
La solución debe gestarse lo antes posible para que la batalla sea justa y el efecto shopping no sorprenda a los delvicenses con las defensas bajas.
Avanzan los arreglos en la Ruta 26
Los trabajos comenzaron en la intersección de esa ruta y la Nº8. En una primera instancia se están construyendo todas las dársenas para el ascenso y descenso de pasajeros del transporte público. Estiman que las tareas de refacción llegarán al centro de Del Viso en poco más de tres meses y luego continuarán hasta el empalme con la Ruta Panamericana. |
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