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Ante las altas temperaturas
Alertan sobre el golpe de calor
Cuando la temperatura ambiental aumenta mucho (verano), el mecanismo que más se compromete en la dispersión del calor, es la sudoración y la evaporación del sudor producido.
Aumenta mucho la temperatura corporal, el cuerpo humano incrementa la sudoración y la evaporación del sudor producido, pudiendo llegar a valores elevados de eliminación de líquidos corporales con la consecuente deshidratación.
En las situaciones donde hay temperatura elevada con gran humedad ambiental, no existe esa pérdida de calor por evaporación y la sudoración produce gran pérdida de agua y sales, especialmente cloruro de sodio.
En condiciones de elevadas temperaturas se puede producir una vasodilatación cutánea importante con una caída de la presión sanguínea, que por una irrigación disminuida del cerebro, puede conducir al desvanecimiento.
En estos casos la piel se vé pálida, fría y viscosa, Temperatura normal o ligeramente elevada, pulso rápido, importante caída de la presión arterial, respiración normal, calambres musculares bastante frecuentes. Además, pueden aparecer vómitos y perdida del conocimiento por mala irrigación cerebral. En todos los casos se debe colocar al paciente en un lugar fresco y ventilado, acostado, con los miembros inferiores elevados, aflojar a las prendas ajustadas y enfriarlo con compresas mojadas y frías aplicadas en la frente y en las muñecas. Si el paciente puede beber, darle agua fría, con el agregado de cloruro de sodio, (sal de cocina, una cucharadita de té en 1 litro de agua). Se puede también consumir bebidas gaseosas.
Prevención
Usar vestimenta livianas, de tejido de algodón o lino, de trama abierta y colores claros, sueltas o amplias y no ajustadas al cuerpo, esto ayuda a la evaporación de la transpiración.; ventilar viviendas o lugares de trabajo abriendo ventanas, colocando ventiladores o equipos de aire acondicionado (de ser posible); no exponerse al sol en horas donde los rayos caen en forma perpendicular (de 11 a 16,30); beber abundante cantidad de líquidos; alimentarse con comidas livianas de fácil digestión; y no beber alcohol.
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