Iniciativa
Microemprendimientos: cuando el esfuerzo derrota a la desocupación
Se trata de personas que decidieron no quedarse con los brazos cruzados y buscaron alternativas para combatir el desempleo. Ahora cuentan con maquinarias e insumos nuevos para desarrollar sus actividades. Ejemplos de lucha y perseverancia.
Desde que en nuestro país comenzaron a implementarse políticas neoliberales, las cuales tuvieron como principal objetivo vaciar el estado en beneficio de unos pocos, allá por la década del `90, los argentinos comenzaron a transitar por un camino de cornisa fuertemente afianzado con la llegada de la crisis de 2001. Miles de personas fueron expulsadas a las calles, la desocupación ascendía a niveles históricos y el futuro se avizoraba con pocas expectativas. Pilar también sufrió los embates de las sucesivas crisis y sus habitantes se vieron obligados a transformar sus vidas para poder contar con beneficios que los ayudaran a subsistir – ya que solo de eso se trataba -.
Sin embargo, un gran número de personas supo que su destino no era quedarse de brazos cruzados a la espera de la ayuda del estado y decidió poner Manos a la obra para ganarse aquello que se les había quitado: trabajo y dignidad.
A partir del proyecto de Microemprendimientos “Manos a la Obra” incluido en el Plan Desocupados comenzaron a llevar adelante sus oficios, aquellos que habían quedado truncos tras la depresión económica. Hoy, luego de un largo camino de lucha y perseverancia lograron mucho más de lo que esperaban. Desde la Dirección de Financiamiento para el Desarrollo Emprendedor - área que depende de la Secretaría de Gobierno se les entregaron maquinarias, herramientas y materia prima para 21 proyectos que beneficiarán a más de 70 familias del partido.
En este sentido, y tomando conciencia de lo que significa para una persona poder poseer los materiales para realizar sus tareas, Sandra Fasio, responsable del área aseguró que, desde un principio, se propusieron” reinsertar laboralmente a las personas desocupadas de Pilar, porque ellos poseen el oficio, tienen las ganas y pensamos en ofrecerles las herramientas para que puedan tener un futuro mejor”.
La historia ha dado muchas vueltas, a veces con viento a favor y la mayoría con el viento en contra, las luchas por conseguir y mantener un trabajo fueron haciéndose cada vez más difíciles para todos. Pero a fuerza de perseverancia, la historia da revanchas para todas las generaciones, tal es así que por eso – como asegura Fasio – “es gratificante ver que cuando las personas que se acercan son mayores de 40 años; bastante golpeadas por la vida y sin esperanzas, lo hacen con su ultimo granito de ilusión y poder ayudarlos es muy movilizante”.
Desde ese punto de vista, se entiende que lo que se recompone poco a poco no solo es la fuente de trabajo sino que también se realiza un gran aporte a la cultura del mismo, las familias vuelven a encaminarse a la integración y el esfuerzo toma cuerpo para devolverle a los ciudadanos su autoestima perdida, brindándoles la oportunidad de poder generar puestos de trabajo con sus propias manos.
Ejemplos de lucha
Las historias son muchas y variadas, los ejes que las unen rondan el esfuerzo, el sacrificio y las ganas de progresar. Nadie dice que es fácil pero ellos dicen que se puede:
Mariela puso en marcha su microemprendmiento, dedicado a fabricar calzados de hombre y mujer. La idea surgió luego de que la echaran de la empresa en la que estaba trabajando. “Decidí tomar yo sola la iniciativa empezando a armar el proyecto sola en mi casa” recuerda Marcela. En un principio, ella se encargaba de armar las piezas y las mandaba a coser. Pero la ganancia que le quedaba era escasa y decidió asociarse con otras dos personas para lograr refinanciar el microemprendimiento. Hoy, después de dos años de interminable lucha, con una sonrisa en su rostro puede decir “lo logré” no olvidando las trabas que tuvo que sortear, pero feliz porque actualmente tuvo que buscar más personas que la ayudaran a trabajar ya que “gracias a Dios el trabajo se fue expandiendo” asegura Marcela. Sus productos hoy llegan a San Fernando, Tigre, José León Suárez. Sus claves son Sacrificio, ganas, voluntad y esfuerzo.
Esteban trabaja en el emprendimiento dedicado a realizar tareas de carpintería, proyecto ideado hace más de dos años y medio. Su camino para desarrollar la actividad no fue fácil “nos resultó muy costoso y largo porque advertimos que todo se tornaba muy burocrático, pero al final valió la pena porque hoy estamos felices” cuenta Esteban, orgulloso con su diploma de microemprendedor en la mano. La lucha y la perseverancia se destacan en la actitud de Esteban quien no duda en que seguirán trabajando “de lunes a lunes en lo que nos gusta y brindándole un servicio a la gente”.
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