|
Tras el revés para el oficialismo en Misiones
Opositores parecen despertar al ritmo del efecto “Tierra Colorada”
Aseguran que tras la derrota de Carlos Rovira en la provincia de las cataratas “el gigante oficialista no es imbatible” y ya arman estrategias para robustecerse. Macristas, lavagnistas, ex duhaldistas e incluso radicales otean el horizonte y adivinan un nuevo escenario.
Todos coincidían: lo que iba a pasar en Misiones serviría como una suerte de termómetro para medir si la hasta ahora inexpugnable buena imagen del presidente Néstor Kirchner se iba a mantener impoluta.
Tanto, que varios dirigentes opositores de Pilar siguieron de cerca los comicios que  buscaban, reforma constitucional mediante, la reelección indefinida del gobernador Carlos Rovira, hombre que recibió el apoyo del primer mandatario Nacional.
Incluso, algunos no dudaron en partir hacia la provincia en donde ruge con la furia de la catarata la Garganta del Diablo, ese mismo suelo en donde, dicen, nació el efecto “Tierra Colorada” y zarandeó a una dirigencia política que no salía de su anticipado sopor veraniego.
“Noto una algarabía especial en al clase política opositora al proyecto Nacional del actual presidente, pero no nos confundamos. No perdió Kirchner, sino el gobernador de Misiones. Si creemos que ahora ya todo es triunfo para los que estamos del otro lado nos equivocamos de camino”, analizó Luis Patti (h), edil del Paufe.
Sin embargo, la derrota de un hombre apoyado por el presidente, dicen, constituye un claro síntoma que podría extenderse a varios puntos del país y que se enmarcarían en un mismo diagnóstico: “El oficialismo, al compás de la devaluación de los salarios, del escándalo del Hospital Francés, y la batalla campal de San Vicente, está comenzando a debilitarse”.
“Espero que esto sirva para que se encienda una luz de alerta en todos los sectores gubernamentales en donde haya gente que pretende eternizarse en el poder. Está claro que el aparato político tarde o temprano te termina dando la espalda, porque la gente quiere respuestas de la dirigencia”, analizó, por su parte, Eduardo Macchiavelli, máximo referente del macrismo local y uno de los hombres fuertes del partido del presidente de Boca en la primera sección electoral.
“En ese marco, el intendente (Humberto Zúccaro) debería, como hizo el gobernador Felipe Solá, aunque apenas haya sido una postura para la foto, convocar a la oposición y tirar juntos sobre la mesa proyectos, programas e ideas para Pilar”, añadió el dirigente de Compromiso Para el Cambio.
El rol
Hasta aquí, el papel de la oposición ha sido apenas un poco más que decorativo. Sitial al que muchas veces lo ha postergado el propio oficialismo, pero otras tantas elegido por los propios protagonistas, ya sea por comodidad o escasez de ideas.
Ahora, con un 2007 que comienza a asomar la cabeza en un horizonte no tan lejano, los referentes de la oposición retornan a la arena política envalentonados por una derrota que entre el fuerte rumor de las cataratas sonó a alivio.
“Queda claro que el oficialismo no tiene la vaca atada durante todo el tiempo. Y si bien es una situación que se dio bajo una cuestión en particular, constituye a la vez un mensaje de la gente que la dirigencia debe escuchar con responsabilidad, sobre todo desde los sectores de la oposición”, reflexionó Macchiavelli.
Quizá la primera prueba para ver si el efecto “Tierra Colorada” logra llegar es el armado que pretenden algunos forjar de cara a las próximas elecciones. Diferentes sectores con objetivos y matices distintos deberán limar asperezas, si es que quieren constituirse como una opción válida para un electorado que pide cambios.
Es que en Misiones, dicen, se logró por primera vez en mucho tiempo un “trabajo en conjunto entre distintas fuerza con el objeto de resguardar el proceso democrático”.
Así, sectores del macrismo, el pattismo, el radicalismo y peronismo anti K sueñan con un frente opositor que en Pilar se le anime a las ansias reelecionistas de Zúccaro.
En Misiones, allá lejos, la gente cumplió y dio su veredicto. Ahora depende de una dirigencia seria y responsable que, de una vez por todas y bajo todas las banderías políticas, muestre signos de madurez, y también colme las expectativas de la comunidad a la que dicen representar.
Alianzas
El Paufe se acerca al lavagnismo
Desde las filas del Paufe admitieron que se está avanzando en el trazado de una alianza con sectores del “lavagnismo” y la fuerza “El General”, que proponen a ex Ministro de Economía Roberto Lavagna y a Francisco De Narváez como candidatos a Presidente y gobernador de Buenos Aires respectivamente.
De hecho, que dos hombre de estrecha relación con el pattismo en el armado de la campaña de las últimas legislativas como Adrián Maciel (un joven dirigente sobrino del menemista Miguel Ángel Toma) y el ex consejero escolar Diego Ranieli, sean hoy algunos de los nombres que aparecen como más visibles a la hora de señalar a los referentes locales de “El General” no es casual.
“Estamos trabajando con la gente de ‘El General’, pero como Paufe; no perderemos identidad como partido y todavía falta ver que va a pasar a nivel nacional”, dilató Luis Patti (h). No obstante, dicen en vos no tan baja, ya es casi un hecho que pattistas terminen cerrando filas con el lavagnismo y, en ese mismo cóctel, con sectores que proponen a De Narváez como primer mandatario provincial.
“Las candidaturas de Lavagna, aunque sin definiciones, como la de De Narváez las veo con buenos ojos. Es importante que sectores de la oposición se agrupen y tengan un nivel de representatividad que deje preocupado al gobierno”, resumió Patti (h). |
|
