Hay 17 mil calles de tierra
El gobierno define el plan de asfaltos para reducir el déficit
A fin de año se llegaran a asfaltar más de 700 cuadras desde inicios de gestión. Barrios periféricos y acceso a escuelas y centros de salud, la prioridad. Volverán a licitar la asfaltera.
"La prioridad son los asfaltos", resumió el intendente Humberto Zúccaro. Y así, el gobierno ha puesto al tope de la agenda el pavimento para los barrios más alejados, y sobre todo aquellos que sirvan para interconectar esas zonas con las salidas a rutas y los accesos a escuelas y centros de salud.
En las intenciones de Zúccaro, claro, hay una realidad ineludible: el asfalto es la obra que más rápido y con mayor eficacia reditúa en las urnas. Y el 2007 se acerca más cada vez con más rapidez. Pero también, nobleza obliga, detrás se insinúa un bosquejo que, aunque poco a poco y aún en pañales, tiene la posibilidad de convertirse en el plan que necesita Pilar.
Pero el desafío que se plantea es doble. Porque con asfaltos, las empresas de colectivos van a tener que llegar; con asfaltos no habrá pretextos para los patrulleros; con asfaltos las ambulancias van a tener que reducir los tiempos de intervención... y la lista sigue.
"Asfalto es seguridad, iluminación, mejor calidad de vida y llegada del transporte", enumera Zúccaro cada vez que le ha tocado recorrer cada una de las casi 500 cuadras que el gobierno ha pavimentado desde 2005, año en el que, tras un 2004 casi sin obra pública, comenzó a ejecutarse el proceso que pretende disminuir el enorme déficit que en materia de asfalto tiene Pilar: aún hay 17 mil calles que son de tierra, poco menos del 80% del total.
Frío y caliente
El gobierno encontró el año pasado un sistema que, traído de Rosario, sirvió para acelerar los trabajos de asfalto y al mismo tiempo hacerlos más económicos: el material en frío, una mezcla que se puede colocar casi sin maquinaria pesada. La durabilidad del sistema aún está a prueba, aunque sus defensores aseguran que es tan resistente como tradicional. Por lo pronto, el tránsito que transita por esas calles debe ser liviano o mediano. El material es ideal para interconectar barrios entre sí, pavimentar los accesos a las escuelas, jardines de infantes, pero no soporta más peso que el del camión de la basura o un colectivo.
Junto con el nuevo sistema, el gobierno adquirió una treintena de máquinas pesadas, en donde poco más de la mitad se destina a la construcción de calles de asfalto. Con esa maquinaria propia, el gobierno pretendía asfaltar -lo anheló Zúccaro a principios de año- unas 25 cuadras por mes. Incluso, con la compra de más maquinaria, el jefe comunal semanas después redobló la apuesta y se fijó como meta pavimentar 50 calles cada 30 días, de la mano de dos cuadrillas: una aplicando el sistema de asfalto frío y otro caliente. Pero las limitaciones presupuestarias le pusieron freno a la idea-como a la de ensanchar la avenida Tomás Márquez durante este año- y el ritmo de trabajos no fue el mismo.
En ese contexto, el gobierno reconoce que aún la aguja del déficit en materia de obra pública -y sobre todo en cuestión de asfaltos- marca rojo.
"Todo Pilar necesita mucho asfalto, porque tenemos 17 mil cuadras de tierra. Hemos hecho 700 calles de pavimento, pero aún no se llegan a ver, porque Pilar es muy amplio", reconoció Zúccaro el miércoles por la tarde, al inaugurar 13 calles de pavimento en el barrio El Buen Amigo, de La Lonja.
"Pero trabajando así, con la integración y la responsabilidad social de los empresarios, vamos a llegar a todos lados", enfatizó.
En la carpeta del gobierno, está terminar con asfalto unas 35 cuadras en Lagomarsino y Villa Morra -en este último caso las obras se van a complementar con los trabajos que se están ejecutando por el gobierno Nacional sobre ruta 8.
El material caliente, sigue siendo adquirido a otras firmas, ya que el empresario que explotaba la ya casi fantasmagórica asfaltera municipal (esa que inauguró el ex intendente Sergio Bivort en julio de 2003) no cumplió en tiempo y forma con el pago del canon: unas 250 toneladas de material por mes.
Ahora, el gobierno espera rescindir el contrato el 31 de diciembre y volver a licitar la maquinaria.
"El material en frío nos está dando un resultado excelente y el caliente lo compramos afuera. Por los costos del combustible se nos haría imposible mantener la asfaltera, por lo que no tengo en mente reestatizarla", informó Zúccaro.
El año que viene, además, el gobierno definirá el mecanismo para que los frentistas paguen obras de asfalto si es que así lo piden, fondos con los que, asegura el gobierno, se va a seguir llegando a los barrios que menos tienen.
Y no son pocos los que hacen cuentas y se imaginan un 2007 perforando la barrera de las mil calles asfaltadas. Y si es posible antes de las elecciones, para que el efecto sea doble.
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