El gobierno admitió la irregularidad
Denuncian que un médico “trucho” trabajó en el hospital de Pilar
Se desempeñó en el servicio de ambulancias y guardias a fines del 2005. Sería uruguayo, lo que dificultó las averiguaciones para saber si los papeles que presentó eran verdaderos. Damnificados lograron retener documentación en donde el sujeto aparece con varios nombres y fechas adulteradas. También se habría desempeñado en varias instituciones privadas de Pilar y otras comunas. Investigan si una niña en José C. Paz murió por su culpa.
El hombre aparece en varios papeles y documentos con el nombre de Emilio Heber Robaina Calabuig, de nacionalidad uruguaya. En otros, dice llamarse Alfredo Claudio Rodríguez, de nacionalidad argentina. Por ejemplo, en algunos papeles dice que nació en 1976, mientras que en otros en 1980. Se trata de un hombre, de unos treinta años, que se desempeñó cómo médico en varias instituciones privadas de Pilar e incluso durante dos semanas en el hospital público del distrito, pero que no se habría recibido nunca.
A través de los micrófonos del programa radial S.O.S Noticias, de FM Plaza (92,1 Mhz), Verónica Rebollo, Martín Vitulo y Marcelo Rodríguez relataron durante una hora cómo es que conocieron al supuesto falso profesional, algunos de los tratamientos a los que los sometió, tanto a ellos como a sus familiares, e incluso como habría querido quedarse con un subsidio de 100 mil pesos que el gobierno de la Nación iba a destinar a uno de los damnificados para construir y administrar un centro de rehabilitación para adictos.
A lo largo de un argumento digno de ser llevado al cine, contaron que “Emilio” era un hombre de un “carisma especial”, que se hacía amigo de la gente rápidamente. Incluso, varios señalaron que lo invitaban a dormir a sus casas, “porque parecía un buen pibe”.
Todo saltó cuando Robaina Calabuig, tal como se hacía llamar el supuesto médico, firmó un certificado a un policía de Pilar, Domingo Brito, que se desempeña en la comisaría Pilar 1ra, la semana pasada. En le dependencia, al creer que el certificado era apócrifo, se comunicaron con la clínica que figuraba en el certificado y ahí les dijeron que no trabajaba tal persona.
“Nos dimos cuenta de todo cuando mi esposo es víctima de una infección urinaria. Le mostró el certificado a la comisaría y desde ahí llaman a la clínica Estancias de Pilar y preguntaron si este señor trabajaba allí, pero les dijeron que no. Inmediatamente le hacen una causa a mi marido porque lo acusan de falsificar los certificados, pero en realidad lo falso era el médico”, se angustió la esposa de Brito, Verónica Rebollo, una mujer de Del Viso que fue conocida por la opinión pública tras iniciar una ardua lucha contra Edenor, por contaminación por PCBs.
“Pero afortunadamente pudimos tener toda la documentación de él, porque este señor como era muy entrador y no tenía un lugar fijo para vivir, pernoctaba en las casas de los pacientes. Y ahí iba dejando ciertos papeles que pudimos reunir. Además llamamos a (la Facultad de Medicina de) Uruguay y nos dijeron que sí hay una persona del mismo apellido, pero de sexo femenino. Y lo que no pudimos averiguar es si esa matrícula que él usa pertenece a esa persona”, explicó Rebollo y añadió: “También hay documentación que dice que estaba cursando el último año de la secundaria para adultos en el 2001 en Uruguay y ya en el 2003 aparece un certificado de la Facultad en donde dice que es médico, apenas dos años después”.
Según los documentos que mostró Rebollo a S.O.S Noticias y a Pilar de Todos, desde que Robaina Calabuig se recibió, en octubre de 2003, hasta que le otorgaron la validez del título en el país apenas pasaron dos meses. “Todos sabemos que hay un tiempo de residencia y que además un trámite así es mucho más largo y que tiene que pasar por el consulado”, dijo Rebollo.
Tratamientos
Según contaron los damnificados en el programa radial, Robaina Calabuig habría estado trabajando en San Camilo, una institución de Pilar que trata a adictos a las drogas, el hospital de Pilar, el servicio de emergencias y en comunas como San Miguel y José C. Paz.
“Nosotros lo conocimos a través de un amigo. Y como nos gustó la forma de ser, ya que tenía un carisma especial, empezamos a consultarlo. Pero mi hijo le administró durante dos meses hierro luego de atenderlo en un consultorio de José C. Paz, cuando no puede ser, porque tiene contaminación por hidrocarburos. Lo que también nos llamó la atención que como teníamos en mente abrir un consultorio comunitario en el que iba a trabajar él, y le pedíamos los certificados de médico pero siempre por alguna u otra razón no los mostraba”, relató Rebollo.
Marcelo Rodríguez lo conoció a Robaina Calabuig cuando éste atendió en un local en el que él trabajaba a un muchacho, en el centro de Pilar. Apareció en una ambulancia del servicio público, en noviembre del año pasado.
 
“Yo lo vi en el vehículo, como médico, y después por esas casualidades de la vida lo volví a encontrar en San Camilo, en done yo también trabajaba como seguridad. Ahí entablé cierta amistad con él e incluso le llevé a mi hija para que la viera. Pero me dijo que estaba desnutrida y le diagnosticó hierro y vitaminas. Todo esto me duele porque estaba equivocado y además vio desnuda a mi hija sin ser médico, cuando yo no la veo sin ropa desde que tiene 5 años. No voy a perdonar que nos haya mentido y violado la intimidad de mi hija y de mi familia, porque también varias veces lo invité en confianza a dormir en mi casa”, se indignó Marcelo y añadió: “Terminé llevando a mi hija a un centro de salud y comprobé que lo que tenía no era nada que ver con la desnutrición, sino un problema en la columna”.
En San Camilo también lo conoció Martín Vitulo, con quién decidió colaborar en un proyecto en conjunto para armar un centro de atención para recuperar a adictos.
“Yo armé el proyecto de un nuevo centro, que se iba a llamar San Laureano. Le ofrecí a Robaina Calabuig hacerse cargo de la dirección de la clínica porque me parecía una buena persona y presenté directamente en la Casa Rosada el proyecto. En cuatro meses logré tener un crédito de 100 mil pesos y un subsidio. Pero la carta en la que me informaban eso llegó a manos de Robaina, no sé por qué, y él a mí me dio una falsa en donde figuraba que el dinero iba a ser entregado a su nombre. Supongo que en el medio me iba a hacer firmar algún poder para poder quedarse él con la plata, pero por suerte Verónica (Rebollo) vio la carta verdadera, porque se la mostró Robaina, y estaba a mi nombre”, relató Vitulo.
En esa misiva, aparece otra irregularidad: la matrícula profesional provincial es 75556, mientras que la Nacional es 108409, cuando en otros documentos figura como 108490. “No creo que en un organismo oficial se equivoquen e inviertan los números, esa carta la armó él”, analizó.
Los tres radicaron una denuncia penal en la UFI N° 1 de Pilar y pidieron a las personas que alguna vez se hayan hecho atender por Robaina que se acerquen a la fiscalía a declarar.
Burdo
Los damnificados también pusieron al tanto de los acontecimientos al gobierno comunal, ya que Robaina Calabuig se había desempeñado como médico de emergencias en el servicio de ambulancias cubrió un par de guardias, durante dos semanas a fines del año pasado. El titular de Salud de Pilar, Federico Pazzi Pla, explicó que como Robaina Calabuig era extranjero se hacía dificultoso determinar con rapidez la veracidad de la poca documentación que presentó, aunque aclaró que “en principio” parecían verdaderas.
“Hay dos certificados que si uno los ver por separado parecen reales, los expedidos por las autoridades argentinas. Pero cuando uno analiza todo lo demás, con dos documentos distintos, nombres diferentes y en donde se nota que una de las fotos está puesta encima de otra, fechas que no se corresponden, y otras cosas que no coinciden notamos que hay cosas que son muy burdas”, admitió Pazzi Pla y añadió: “Ya informamos a donde corresponde y también hicimos una denuncia. De hecho, dimos parte a José C. Paz, en donde se está investigando si este señor tuvo algo que ver con el fallecimiento de una niña”.
Actualmente los profesionales médicos extranjeros no trabajan hasta que se constata a ese país que tiene un título real, y luego de inscribirse en la Región Sanitaria V, a la que pertenece Pilar. Sin embargo, explicó Pazzi Pla, el sistema se está aplicando desde marzo de este año, es decir después del caso Robaina.
“Si se trata de médicos de la argentina es muy sencillo comprobar si todo es real, pero si son extranjeros el trámite es mucho más difícil, aunque ahora se ajustó, y no por este caso, sino por la situación de varios médicos colombianos que no podían cobrar”, explicó Pazzi Pla.
El titular de salud, contó que Robaina Calabuig llegó a tomar contacto con el Sanguinetti al atender como externo a una persona con adicción a las drogas, y que fue así que se hizo conocido y llegó a cubrir dos guardias y a prestar servicio en el sistema de ambulancias.
“Cuando le pedimos más documentación a la que ya había presentado desapareció y no vino nunca más”, informó el secretario de Salud y finalizó: “En mis 30 años de médico vi cuatro casos como este, pero siempre terminan descubriéndose rápidamente”.
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