Informe
¿La plata de la cooperadora del Sanguinetti va toda al hospital?
El sistema de recaudación está semi privatizado. Una empresa intermediaria se queda con parte de los fondos. Calculan que con el nefasto sistema la entidad perdió 100 mil pesos en cuatro años.
Es mentira que un periodista puede distanciarse de la realidad y, mirándola desde lejos, plasmarla casi de manera automática en las páginas en las que le toca escribir. Reflejar hechos y nada más. Hay cosas que son más difíciles de escribir que otras. Situaciones en donde a uno lo ponen en la disyuntiva: "¿Qué es mejor, decir lo que se sabe y quizá generar un perjuicio mayor o callarlo?". No es intención perjudicar a nadie, pero sí que todos sepan de qué se trata. En la cooperadora del Hospital Sanguinetti pasan cosas raras. Un sistema de recaudación semi privatizado (sí, leyó bien), juicios contra la entidad que la diezman de los pocos fondos con los que cuenta, venta de rifas sin autorización, gente presa, y un Concejo Deliberante que le da la espalda porque "pasan cosas raras".
Hasta el 31 de agosto y durante cuatro años el sistema de colaboración con la cooperadora estaba "privatizado". Emulando casi a la empresa recaudadora que se llevó gran parte de los aportes de los pilarenses -la Ute Tecsa, por si no lo recuerda-, una firma de Avellaneda, de nombre Bianchi, se encargaba de la impresión de los bonos y de reclutar a los voluntarios que salían a la calle a asociar gente que ayude al hospital a cambio de todo el dinero juntado. Como canon, la firma entregaba, según confiaron a Pilar de Todos los responsables de la actual comisión directiva de la cooperadora, la suma fija de 3 mil pesos mensuales. "Ni un centavo más", aseguraron. No importaba si el desprevenido pilarense aportara 5, 100 o 1000 pesos. Al hospital siempre le iba a llegar la misma suma. Increíble, pero real.
Desde el 1 de junio la cooperadora está encabezada por Fernando Fabián Gómez, un empleado del hospital que ni bien pudo puso a la empresa de patitas en la calle. Según él, el lamentable mecanismo se "comía" casi el 50% de los aportes que en realidad deberían haber ido a parar al hospital. En otros términos, unos 140 mil pesos recibió el hospital por parte de Bianchi, y otro tanto habría ido a parar a las arcas de la empresa.
"Bianchi le daba al hospital 3000 pesos por mes, sin importar lo que se recaude o la gente que se asocie. Si bien nunca tuvimos un número exacto ni vimos un papel, calculamos que se quedaban con la mitad de la recaudación", analizó Gómez.
Y para muestra un ejemplo: cuando Gómez, junto con el resto de la flamante comisión directiva, decidió que Bianchi dé un paso al costado casi ardió Troya.
"No se querían ir y se enojaron mucho conmigo, por lo que sin dudas deben haber tenido muchas ganancias", estimó Gómez.
Otra empresa
Sin embargo, el titular de la cooperadora, el sistema no pasó íntegramente a manos de la entidad, sino que recayó bajo el control de otra firma. Pero esta vez con una salvedad: la cooperadora tiene participación en caso que se supere cierta cantidad de rifas vendidas u asociados anotados.
"Es normal que haya empresas que se dedican a este tipo de organizaciones de eventos y rifas. Pero logramos, y así está aclarado en el contrato, que si superan las 500 rifas vendidas, por ejemplo, nos van a destinar un porcentaje, así que ya no estamos hablando de un monto fijo", justificó.
-¿Pero no puede la cooperadora hacerse cargo de todo el mecanismo, sin intermediarios?-preguntó Pilar de Todos.
-Se necesita gente de mucha confianza, porque manejan dinero y con la experiencia de la empresa anterior, que nunca se supo los números que administraban, preferimos transferir a otra empresa y que sean ellos los que se encarguen, pero con mejores condiciones para la cooperadora-, respondió Gómez.
Pero la primera experiencia no fue buena. Dos personas terminaron presas durante un día por vender rifas que no tenían autorización del gobierno comunal, un trámite necesario para que las rifas se puedan comercializar. Dos personas ingresaron a vender los cupones para el sorteo, que prometían como primer premio un auto cero kilómetro, a un bar y afuera los estaba esperando un patrullero. Terminaron en el calabozo de la comisaría primera de Pilar, a fines de la semana pasada.
"Yo preferí lo de las rifas porque nos permite un mejor control y es cierto que no teníamos autorización aún, pero sé que la Fundación Favaloro está haciendo lo mismo y hasta donde yo sé no tiene permiso de nadie. Por eso el expediente está en el Concejo Deliberante desde agosto, donde al parecer tampoco lo quieren aprobar", comparó Gómez.
En el Concejo, no
En la sesión del jueves pasado, el legislativo decidió posponer la habilitación para las rifas de la cooperadora, "porque hay cosas raras que hay que aclarar", según confiaron fuentes del deliberativo a este medio.
"Sabemos que hubo personas que estuvieron presas por querer vender rifas sin permiso y apuntamos también a conocer cómo es el sistema., porque hay cosas que no tenemos bien en claro", señalaron desde la bancada oficialista, quienes adelantaron que se citará al nuevo titular de la cooperadora. Actualmente, la entidad logra recaudar unos 600 pesos por mes por lo que se vende en el bufete del hospital, socios adherentes de vieja data le dejan unos 800 pesos más, y cerca de 2000 pesos reciben de las agencias hípicas, sistema reglamentado desde hace dos décadas.
Sin embargo, este último rubro es también generador de una de las mayores salidas de dinero.
"Una de las agencias hípicas cerró y dejó en la calle a algunos empleados y los juicios nos cayeron a nosotros, porque somos como responsables también porque recibimos fondos. Entre abogados y gastos de AFIP se nos va todo el poco dinero que nos entra", se quejó Gómez, quien dijo sentirse, sobre todo después del ultimo revés que le propinó el deliberativo, "más solo que nunca".
"No entiendo qué pasa. Me dijeron que no aprobaron el proyecto de las rifas porque hay muchos problemas en el área de salud (los médicos están en el medio de una fuerte pelea con el gobierno). Pero yo no les pago el sueldo a los médicos y al contrario, todo lo que hacemos es para ayudar al hospital", se desorientó Gómez, quien aseguró estar dispuesto a "hablar con quien sea para que vean que todo se está haciendo con transparencia".
No fue intención de esta nota generar que la gente ponga en duda la posibilidad de contribuir. Sino abrir los ojos, prestar más atención, involucrarnos, comprometernos y hacer de la cooperadora un ámbito en donde todos los fondos que se recaudan vayan íntegramente al hospital. Como la gente cree que ocurre cada vez que entrega al menos cinco pesos de su magro bolsillo.
|