Presión sobre los grandes deudores
La estrategia del gobierno para engordar la recaudación
Pilar cuenta con 128 millones de pesos al año. Apuntan a alcanzar los 150 millones. Creció la recaudación a empresas y hay iniciados 1900 expedientes de apremio que buscan recuperar 11 millones de pesos. Que paguen los que más tienen, la clave.
“Hoy estamos en 128 millones y no sé si el año que viene, pero deberíamos estar dentro de poco en los 150 millones”, anheló el intendente Humberto Zúccaro.
Uno de los objetivos, quizá el rector de toda la gestión, ha sido engordar el magro presupuesto Municipal con el que se encontraron el 10 de diciembre de 2003: 57 millones de pesos. Una profunda reforma tributaria, primero, y una clara política que tuvo como fin ampliar la masa de contribuyentes que pagan al día ha sido una de las cuestiones que más le quitó el sueño al jefe comunal y sus más estrechos colaboradores.
Esa calurosa mañana de diciembre de 2003 la realidad indicaba que un 27% de la masa contributiva pagaba, es decir menos de 3 de cada 10 pilarenses. Hoy, aunque de a poco, la base se está ampliando y creció siete puntos.
Tal es así que la recaudación propia, es decir aquella que se ve empujada íntegramente por los aportes de los pilarenses directamente en concepto de tasas municipales trepó el año pasado un 25% respecto al 2004, y se acomodó en el orden de los 60 millones de pesos. La lectura fue rápida: en dos años el gobierno había logrado igualar con recursos propios el presupuesto del último año de la gestión de Sergio Bivort (que sí incluía la coparticipación provincial y otros aportes extraordinarios), y no sólo de la mano de la reforma tributaria, sino con la incorporación de unos 5 mil pilarenses más que decidieron pagar sus tasas.
Hace tres años la masa contributiva de pilarenses que mantenían sus cuotas al día en concepto de la tasa que hoy se llama Mantenimiento de la Vía Pública y Servicios Generales arañaba el 27%, mientras que actualmente es del 34%, sobre una base que fue recientemente ampliada y que prevé recaudar unos 27 millones 600 mil pesos durante este 2006.
Pero ese porcentaje, permitió cobrar hasta fines de agosto de este año el 46% de la masa de dinero emitida —41 millones 700 mil pesos para todo el año—, según lo percibido hasta fines de agosto.
“Todos los parámetros están ascendiendo, más allá de las fluctuaciones normales en el comportamiento de los contribuyentes”, analizó el secretario de Hacienda de Pilar, Daniel Ondarza.
“Y eso es una clara señal de confianza en un Estado municipal; porque se da básicamente en el pago de las tasas. Si la gente no cree en el gobierno no paga, es sencillo”, añadió el titular de Hacienda.
Apremios
Entre la frontera que zigzaguea entre ser demasiado permisivos y el ahogar al contribuyente, es que el gobierno ha decidido en aplicar con más fuerza la mano dura sobre los grandes deudores.
Tal es así que desde la Secretaría de Hacienda se ha encarado un relevamiento para detectar a propietarios de varios inmuebles o parcelas, que tengan deudas superiores a por lo menos los 3 mil pesos. Así, actualmente hay en curso desde junio de 2004 1909 expedientes de apremio, mecanismo a través del cual se buscan recuperar 12 millones de pesos.
“El que no puede pagar no paga un peso o diez, pero el que sí puede debe cumplir. Por eso buscamos multipropietarios y deudas importantes”, explicó Ondarza.
Sin embargo, el proceso no es sencillo. Apenas iniciado el trámite, es decir tras detectar la deuda, comienza un largo camino que, por falta de información o desactualización de los datos, a veces se frena repentinamente. “Hay propietarios que ya no están más, otros que vendieron los inmuebles o incluso murieron. Pero básicamente buscamos impedir que la deuda prescriba y apuntamos a que el contribuyente busque regularizar su situación”, explicó el funcionario y añadió: “Para eso tenemos una moratoria que ya nos permitió recuperar en el 2004 y el 2005 más de 10 millones de pesos”.
De todas esas tramitaciones, unas 460 llegaron a juicio, paso anterior al remate de la propiedad.
Sin embargo, el propio Zúccaro aseguró que “el 90% de las personas termina reconociendo la deuda y pagando”.
Las industrias pagan más
Tras el objetivo de nutrir con más fondos el presupuesto, el gobierno, a fines del año pasado, modificó el régimen de promoción industrial, lo que generó que durante este 2006 varias de las 160 industrias que están radicadas en el Parque Industrial no gocen más de una serie de exenciones impositivas. Por ejemplo, se condonaba el pago de ciertas tasas no sólo para aquellas empresas nuevas, sino para las que ampliaban su capacidad. El gobierno decidió dejar la excención para las primeras lo que permitió percibir cuando aún faltan más de dos meses para cerrar el período fiscal la misma suma que el año pasado.
En ese sentido, destacó Ondarza, hasta el 10 de octubre se recaudaron 13 millones 842 mil pesos (por ejercicio actual y anterior) en concepto de la tasa de Seguridad e Higiene (la que pagan las empresas y se calcula en base a la facturación), mientras que el año pasado la suma total ascendió a los 13 millones 865 mil pesos. “Todavía faltan dos meses y medio para cerrar el año y ya hemos igualado lo del 2005”, enfatizó el titular de Hacienda.
“Hay más presión por parte de la Municipalidad y además está también relacionado a que se cayeron varias promociones industriales”, completó Ondarza.
Con una batería de medidas que combinan en uno y otro extremo moratorias, apremios y hasta juicios de ejecución, el gobierno busca dotar a Pilar de un presupuesto acorde a la realidad.
“No puede ser que con la riqueza que hay en varios sectores de Pilar, como el industrial, los clubes de campo o los grandes centros comerciales la recaudación no sea acorde a eso”, reflexionan en los pasillos de Rivadavia 660. Y aunque, lentamente, el gobierno ha logrado comenzar a torcerle el brazo a algunos díscolos, aún saben que Pilar puede y debe aspirar a más. “Con 150 millones vamos a poder equiparar lo que sale y lo que entra”, planificó Zúccaro. La clave está en devolver con obras y servicios lo que los pilarenses pagan, y hacer cumplir, sin concesiones, a los que más tienen. Otra receta no hay.
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