Fallo de la Justicia
Catorce años de cárcel para el asesino de Gisella Vallejos
La joven apareció estrangulada en un descampado en noviembre de 2000. Tenía 18 años. Un remisero pasó dos años preso, pero era inocente. Luego fue detenido el verdadero asesino, Carlos Leiva, quien fue delatado por su mujer.
Carlos Leiva (28), el confeso asesino de Gisella Vallejos, una chica de 18 años que apareció estrangulada en un descampado cercano al centro de Pilar en diciembre de 2000, fue condenado a catorce años de prisión tras ser hallado culpable del crimen.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 6 de San Isidro sentenció a Leiva como autor del asesinato cometido el 26 de noviembre de ese año, y por el cual en un primer juicio se absolvió a un remisero que pasó dos años presos en la cárcel de Olmos y era inocente.
Las primeras testigos en declarar fueron las amigas con las que Gisella fue a bailar al "Toro Bar" de Pilar la noche que desapareció, quienes explicaron que la última vez que vieron a la víctima con vida fue en compañía de su pareja de ese entonces, Agustín Di Capua.
Di Capua, quien en algún momento fue sospechoso en la causa, también dio su testimonio y dijo que si bien tenía relaciones con Gisella, no era su novio y reconoció que fueron juntos a un predio en el centro de Pilar, pero que después la dejó porque ella quería quedarse sola.
Gisella desapareció el 26 de noviembre de 2000. Volvía sola a su casa luego de haber ido a bailar con sus amigas y su novio. Su cadáver fue encontrado días después en Rivadavia y colectora de ruta 8, a trescientos metros de la comisaría 1ª de Pilar.
En marzo de 2001 fue arrestado como principal sospechoso un remisero. Y durante el primer juicio realizado en febrero de 2003, los testigos de identidad reservada que lo incriminaron se desdijeron y el sospechoso fue absuelto. Un llamado telefónico y el corpiño de la víctima fueron las pistas que llevaron a detener a Leiva.
Su novia se comunicó con los investigadores para decir que su pareja le había contado que asesinó a Vallejos, y la chica aportó un dato que sólo pudo conocer de boca del asesino: que el autor del crimen le arrancó el corpiño a Gisella y se lo llevó. El sentenciado fue arrestado en septiembre de 2004, y confesó ser el autor del asesinato.
"Fiscal, hace años que vivo atormentado por esto. Vi a una piba que estaba sola. La abracé, no me rechazó, me chantó un beso y le empecé a tocar la cola. Ahí no me pregunte qué pasó. Tuve la sensación de que el diablo me entró en el alma y comencé, no sé por qué, a acogotarla con las dos manos", fue la confesión de Leiva, según el expediente judicial.
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