Desarrollo
Crecimiento equitativo, un debate que Pilar no puede postergar

Empresarios, industriales, militantes sociales y funcionarios analizan el distrito que se viene. Un distrito que tiene todo para volver a ser boom y un Estado que no puede volver a decir ausente.

Con cerca de 6 mil millones de dólares que arribaron al distrito en la década del ’90, Pilar fue una de las comunas de todo el país en los que mayor inversión privada se registró. Sin embargo, Pilar también tiene hoy uno de los índices más altos familias con necesidades básicas insatisfechas, cerca del cuarto de la población sobre 256 mil habitantes. ¿Qué faltó? Sencillo: un verdadero plan de desarrollo estratégico que tuviera en cuenta a todos los sectores. Un plan que entendiera al crecimiento no sólo como cifras en las que importa la cantidad de dígitos que tengan, sino como sinónimo de mejora en la calidad de vida de las personas.
De hecho, si ese plan estratégico hubiera existido en toda su dimensión, es decir no sólo desde el sector privado sino desde la armonía entre aquel y el Estado, hoy, sin dudas, Pilar sería otro.
Tras la crisis del 2000 los signos de mejoría económica parecen darle a Pilar una nueva oportunidad para seguir creciendo, pero con una realidad latente: parece que hemos entendido que la famosa teoría del derrame, aquella que aseguraba que la riqueza misma, casi por contagio, iba tarde o temprano a llegar al de al lado se cayó.
Complejos de oficinas, centros comerciales, una nueva autopista, un tren de alta velocidad, centros tecnológicos, corredores productivos, turismo y un sector urbanístico que aún tiene poder de expansión, le auguran a Pilar un lugar entre los distritos que más van a crecer.
Representantes del gobierno, el sector industrial, urbanístico y entidades intermedias debaten sobre el Pilar que se viene. Una discusión que necesitamos con urgencia y que no puede ni debe quedar sólo plasmado en las hojas de un periódico.

Crecimiento
“El parque Industrial es de Pilar”, insiste cada vez que puede Juan Ciminari, presidente de la Cámara Empresarial del predio que reúne a unas 160 firmas, lo que lo convierte en uno de los más imponentes de Latinoamérica. En las palabras de Ciminari se notan dos aspectos: el primero, es que el parque debe involucrarse en la vida cotidiana de Pilar y, en segundo término, los primeros beneficiados por esa interacción deben ser los pilarenses.
Uno de los objetivos del gobierno de Pilar ha sido trazar vías de comunicación con el parque y fomentar programas de capacitación para que las casi 12 mil fuentes de trabajo que produce el parque puedan ser ocupadas por gente del distrito.
“Cualquier plan de desarrollo tiene que contemplar el crecimiento personal y bien distribuido. Y el único elemento que tenemos es la educación, porque permite igualdad de condiciones ante el mercado laboral”, fundamentó Ciminari. En ese sentido, a través de un acuerdo entre la Cepip, la Municipalidad y la Universidad Tecnológica Nacional, a partir del año que viene se cursarán dos tecnicaturas en las instalaciones del predio fabril.
El médico y sacerdote Luis Guzmán, es presidente de la Casa de Derechos Humanos de pilar, una entidad que siempre se ha mostrado combativa con el gobierno. Para Guzmán, también, en la educación está la clave: “El trabajo digno debe ser una condición ineludible si queremos una sociedad desarrollada y para eso el Estado tiene que garantizar el acceso a la educación, a la formación personal y comunitaria, a la calificación técnica para todos; una sociedad desarrollada es una sociedad que ha vencido la ignorancia y el analfabetismo”, expuso Guzmán.
En las próximas semanas por primera vez una entidad pública va a realizar un relevamiento sobre todo el distrito, para obtener datos e indicadores sociales que sirvan como punto de partida en la labor de pensar y diagramar el distrito que se quiere.
Como premisa, una vez obtenidos los datos, como niveles de ocupación, uso de las parcelas, actividades productivas y densidad demográfica, el gobierno convocará al sector privado y a las instituciones intermedias para elaborar el programa de crecimiento.
“El diseño del plan estratégico no sólo lo hace el Estado, sino en conjunto con toda la sociedad”, manifestó el subsecretario de Gobierno de Pilar, Hugo Trabadelo, uno de los hombres en los que el intendente Humberto Zúccaro ha puesto su confianza para llevar adelante tamaña labor.

Perfil
Por ubicación geográfica, vías de comunicación y características naturales, Pilar, afortunadamente, es sumamente variada en cuanto a perfiles de desarrollo. Urbanismo, industrias, turismo y servicios conviven en 380 kilómetros cuadrados. Claro que algunas actividades, como la industrial, están cerca de su techo de expansión, mientras que el sector urbanístico, por ejemplo, sigue en franco avance.
El empresario urbanístico Eduardo Gutiérrez, en ese sentido, prevé un distrito en donde crezca la construcción de barrios cerrados y servicios anexos, como centros comerciales, complejos de oficinas, sin olvidar el nuevo polo tecnológico que desembarcará en Pilar en las próximas semanas, de la mano de la Universidad Austral.
“Si bien tenemos un parque industrial, Pilar es reconocido por el perfil urbanístico y comercial. Tenemos un importante potencial universitario con casas de altos estudios muy prestigiosas y un parque tecnológico que está pronto a inaugurarse. Y no tenemos que olvidarnos del turismo. Se va a hacer una nueva autopista (entre Pilar y Pergamino) y el tren de alta velocidad va a tener una parada en Pilar, por lo que se convertiría el distrito en un centro de transferencia de gente en donde va a haber un movimiento descomunal”, enumeró el titular de Grupo Farallón.
Para Ciminari, en tanto, el amplio abanico que tiene Pilar en cuanto a actividades productivas no excluyen a una de otras.
“Pilar tiene que explotar todas sus cualidades, porque lo que necesitamos es integrar y contar con más opciones”, opinó el empresario.
Para Guzmán, en tanto, la clave está en “generar ocupación rentable y eficiente”. “Si enfocado el acceso a los servicios por parte de todos, además se enfoca la reestructuración del ‘ecocidio pilarense’ estaríamos acercándonos mucho a un Pilar desarrollado”, argumentó el sacerdote.

Privado & Público
El modelo de los ’90, se sabe, abrió enormes brechas entre ricos y pobres que en Pilar se tornan sumamente palpables.
Ese crecimiento desparejo, coinciden, respondió, primero, a una política nacional que dejó todo en manos del mercado y, segundo, por una percepción que se tenía —y se tiene de Pilar— que dista bastante de la realidad.
“Con tanta pobreza y exclusión, Pilar no se desarrolló nunca. Se creyó en la teoría del ‘efecto derrame’ y eso es tan ridículo como pensar que el esclavo se va beneficiar porque el señor colonial rapiña más riquezas de sus conquistas”, ejemplificó Guzmán.
“La inversión privada sirvió para extender los servicios a otras zonas, como en el caso del agua. Pero lo que faltó es la inversión pública y eso está relacionado a que muchos lo creen a Pilar rico y piensan que no hay pobreza; y esa es una dificultad. Por mi experiencia en la función pública, sé lo complicado que se hace conseguir obras para Pilar, porque creen que no las necesitamos y en realidad tenemos gente que está viviendo en condiciones deplorables”, se lamentó Gutiérrez.
“Hay mucha gente que aún hoy cree que Pilar es una federación de clubes de campo, sin saber que tenemos gente que pasa muchas necesidades. Es tarea y responsabilidad de todos revertir esa imagen”, coincidió Ciminari.
Uno de los pasos que dio el gobierno para revertir la situación fue lograr que Pilar sea incluido entre las comunas del conurbano, conglomerado de distritos que por mayor densidad demográfica y cercanías al primer cordón de la provincia son los que más se benefician a la hora del reparto de la obra pública, sobre todo la relacionada a infraestructura.
“Pilar es el distrito que más creció, pero también en el que más inequidad social hay”, expone Zúccaro cada vez que tiene oportunidad y siempre bien cerca del oído de algún funcionario de la Provincia o la Nación. “Basta de creer que Pilar es rico”, reitera el jefe comunal.

Integrar
“Integrar” debe haber sido uno de los términos que más veces ha repetido el intendente. Pero integrar no es juntar o reunir a varias personas en una misma mesa, sino interactuar. Trazar políticas que involucren a unos y otros, siempre con un mismo objetivo: el crecimiento parejo y sostenido.
“Noto que Pilar se está integrando, y hay que recordar que ni en la peor de la crisis ocurrió ese ataque de un sector a otro como se decía. Es un proceso que se está revirtiendo”, se entusiasmó Gutiérrez.
Para Ciminari, Pilar está formado por pequeños islotes que actúan de manera disociada uno de otros. Sin embargo, para el responsable de la Cepip, la situación ha comenzado a cambiar, hecho en el que destaca la labor del gobierno. “Nunca he visto un intendente tan preocupado por la educación y la capacitación de los pilarenses. Y eso tiene que ver con saber que todos estamos juntos en esto y que si a mí me va bien como empresario, al trabajador le tiene que ir bien y también le va a ir bien al gobierno”, manifestó Ciminari.
“Pilar tiene todo para convertirse en la primera ciudad satélite de Buenos Aires y no tengo dudas que la calidad de vida de las personas va a mejorar”, sostuvo Gutiérrez.
Hoy, con una industria que despierta de un extenso letargo, un sector urbanístico que promete volver a ser boom, y un distrito que, por las vías de comunicación que lo atraviesan, será uno de los corredores productivos más importantes del país, se está ante la ineludible oportunidad de corregir un proceso que nació desigual.
Porque a ese desarrollo de los ’90, coinciden todos, le faltó la mano rectora de un Estado que conciba al crecimiento no sólo como una simple ecuación matemática, sino como sinónimo de una mejor calidad de vida para todos. Pilar tiene otra oportunidad y no se puede desperdiciar.

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