Informe
Aborto,
¿debate o show mediático?
En
Pilar se registran 45 casos por mes en los hospitales públicos.
En varias ocasiones las mijeres ingresan en estado crítico. Causas
y consecuencias de un flagelo que afecta a toda la sociedad y
que sólo se expone en momentos excepcionales y nunca para revertir
algo que es real.
Los
números, lejos de ser esta vez fríos y distantes,
impactan. Tan sólo en Pilar unas 45 mujeres por mes interrumpen
sus embarazos, cifra que en su mayoría pertenece a casos
inducidos y no espontáneos.
Pero ante los registros, de todos modos, establecer la problemática
del aborto genera cierto resquemor en la sociedad, ya que el tema
aún hoy sigue siendo tabú para muchos sectores que
no se dan la oportunidad de debatirlo seriamente.
Muchas son las razones por las cuales el tema no debe ser puesto
sobre la mesa sólo en ocasiones noticiables, como ha ocurrido
en las últimas semanas, aunque si es cierto que la manera
de darlos a conocer puede servir para tomar conciencia que inmediatamente
hay que acceder a una solución para evitar que más
mujeres continúen pasando por esas prácticas que,
siempre y sin importar la postura que se tenga, terminan siendo
profundamente traumáticas.
Para lograrlo es importante que el problema se tome desde su raíz.
¿Por qué se llega a la instancia del aborto?
En el distrito, según datos de la Secretaría de
Salud, se registran en el sistema público unos 45 abortos
por mes, cifra a la que le es casi imposible determinar si se
trata de espontáneos o inducidos, debido a las nuevas técnicas
abortivas.
Estas cifras terminan engrosando las que se conocen en la provincia
de Buenos Aires, donde según las estadísticas del
Ministerio de Salud, se practican 95 abortos cada 24 horas, y
de esa cantidad 6 de cada 10 son inducidos, y el resto espontáneos.
Sumado a esto, se marca a la zona norte de la provincia, a la
que pertenece Pilar, como el lugar en el que se registra la mayor
cantidad de casos.
Pero más allá de los porcentajes, hay que remarcar
que detrás de ellos hay niñas y mujeres que no encuentran
alternativas a su situación de embarazo, la sociedad las
condena y la familia no las apoya.
Decisión
Generalmente
la causa de estas prácticas está relacionadas a
los embarazos de alto riesgo, entendiendo por ello no solamente
las cuestiones vinculadas a las patologías biológicas
sino también en base al riesgo social en el que se encuentran
las mujeres embarazadas.
Desde la Dirección de Atención Primaria de Pilar,
a cargo de la psicóloga Erika Pranzzetti, aseguran que
de 1541 casos de embarazadas que están bajo control sanitario,
el 14% corresponde a embarazos de alto riesgo. Pero también
hay otras causas: El embarazo adolescente, en su gran mayoría
producto de la falta de información sobre métodos
anticonceptivos, se convierte en una situación no deseada
que tarde o temprano se transforma en aborto.
Las chicas embarazadas suelen recibir el rechazo de sus familias
o no cuentan con una pareja estable que las ayude a transitar
por el difícil camino de convertirse en mamás. A
esto se le suma la falta de experiencia, información y
educación.
En Pilar, del total de la población embarazada (1541 casos
controlados) el 28% se trata de adolescentes de entre 15 y 19
años, mientras que el 3% es menor de 15 años. Y
si bien desde los organismos oficiales se afirma que las chicas
están siendo controladas para facilitarles el tránsito
por el embarazo, hay una gran cantidad de casos que pertenecen
a una "estadística oculta" ya que se dificulta
la captación de sus problemáticas. Ocultan los embarazos
o los controles comienzan cuando la gestación ya está
avanzada, aumentando los riesgos de abortos espontáneos.
Además, tal como reflejara días atrás el
ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Claudio Mate,
"se ha generalizado en los barrios humildes que las chicas
más pequeñas inicien el aborto por fuera del ámbito
hospitalario y lo terminen en condiciones más seguras en
los centros de salud".
Estado
ausente
A pesar de los esfuerzos a la hora de la entrega de métodos
anticonceptivos, que se están realizando en varios puntos
del partido, no se puede negar que en muchos casos no son utilizados.
Esta manera de prevenir sólo queda como un mero acto simbólico.
En definitiva, por más soluciones que se arriesguen, el
aborto no es una causa, sino una consecuencia. Desde el final
de la década de los '90, el país ha caído
en una debacle económica de la que aún no se recupera.
Los índices de pobreza y marginalidad han ascendido sin
pausa y la cantidad de personas que se vieron obligadas a subsistir
de cualquier manera, son datos que se traducen en la falta de
valoración por las instituciones y la vida misma, ya sea
por la falta de oportunidades o ignorancia.
Un paliativo puesto a funcionar por parte del gobierno nacional
consiste en la entrega de métodos anticonceptivos a la
población, pero aquí hay que entender que las prácticas
asistenciales sólo son sogas de auxilio, jamás pasaportes
a las oportunidades sociales y económicas. Negar que hay
ignorancia sería por demás hipócrita, y no
atacar ese factor para evitar que los casos de abortos se sigan
sucediendo es una tarea que hay que afrontar de forma urgente.
La crisis institucional que atraviesa la sociedad, también
incrementa la poca información que las personas reciben
respecto de los métodos existentes para evitar embarazos
no deseados, y, en definitiva, los abortos.
Pero el origen del problema, poco tiene que ver con la manera
de contener, y evitar las prácticas abortivas que el estado
brinda ya que estos constituyen paliativos y no soluciones determinantes.
El inicio del conflicto por medio del cual se suceden hechos aberrantes
- el aborto es la principal causa de muerte materna en el país-
está marcado por la destrucción de la primera esfera
social con la que un individuo tiene contacto: la familia. Hoy,
los núcleos familiares están desdibujados y eso
provoca una gran desorientación amorfa de las nuevas generaciones.
Pero si se trata de brindar una luz de esperanza, por más
que parezca imposible a la sombra de las estadísticas,
sólo hay que bregar porque el Estado amplíe lo más
posible el acceso a la educación en el sentido amplio de
la palabra, incluya a la educación sexual dentro de los
planes de estudio en las escuelas y otorgue métodos anticonceptivos
de una manera consciente. Es necesario tomar conciencia de la
importancia de las relaciones sexuales responsables, a fin de
impedir que se continúen produciendo embarazos no deseados.
Pero por sobre todo, devolverle a la sociedad un espejo válido
en donde mirarse, un horizonte esperanzador que ofrezca posibilidades.
Sólo así, prevalecerá el respeto por la vida,
en todas sus expresiones.
Escalofriante
-
En Pilar se registran 45 abortos por mes. A las autoridades
les es difícil determinar cuántos se tratan
de inducidos y espontáneos, aunque estiman que gran
parte de esa cifra se debe a interrupciones de embarazo
provocados por fármacos u otras prácticas
ilegales.
- El Ministerio de Salud bonaerense afirma que se practican
95 abortos cada 24 horas en la provincia, mientras que de
esa cantidad 6 de cada 10 son inducidos en forma clandestina.
- La zona norte de la provincia, a la que pertenece Pilar,
es en donde se registran la mayor cantidad de casos.
- En Argentina el aborto está prohibido por el Código
Penal, que lo considera un delito contra la vida. Quien
lo causa y la madre pueden ser castigados con 1 y 4 años
de prisión, a menos que esté en juego la vida
de la embarazada o en caso de violación de una débil
mental.
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Procreación
responsable
No
estando ajenos a las estadísticas ni a los casos
de abortos que se registran en Pilar, desde la Dirección
de Atención Primaria se lleva adelante el Programa
Nacional de Procreación Responsable, que ya lleva
tres años en funcionamiento en todos los centros
de salud del distrito. Apunta a brindar asesoramiento, prevención
y entregar anticonceptivos: Orales, preservativos y Dispositivos
Intrauterinos (DIU) a los que lo soliciten. Trabajan también
los Agentes Sanitarios que se encargan de mantener bajo
control permanente los casos de embarazos en riesgo.
En tanto, en relación a la salud reproductiva, la
secretaría apunta trabajar en los ejes de la prevención
y promoción, a nivel familiar y escolar. En los próximos
festejos del Día de la Primavera se entregarán
preservativos y se brindará asesoramiento a los jóvenes.
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